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Gorbachov, estrella en San Remo

El ex líder ruso y un Nobel de Medicina, participan en la presentación del festival de canción ligera

¿Qué tienen en común Mijaíl Gorbachov, Renato Dulbecco y Laetitia Casta? Los primeros son sesudos varones, uno premio Nobel de Medicina en 1975 y otro ex secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética y premio Nobel de la Paz. La última, francesa, está considerada la nueva belleza de las pasarelas internacionales. La pregunta no es un chiste. Se la vienen haciendo en voz alta millones de italianos, sabedores ya de la respuesta.Porque el único punto en común de los tres personajes es que se encontrarán esta semana en el escenario de un teatro italiano para presentar la 49ª edición del Festival de San Remo. Sí, sí, San Remo, el viejo festival de la "canción ligera" que en otro tiempo, allá en los lejanos años cincuenta, dio a conocer a Domenico Modugno. El que catapultó en 1964 a la sosísima Gigliola Cinquetti, y en 1969 a Iva Zanicchi, en una competición en la que participó el fallecido Lucio Battisti.

Los años no han pasado en balde para la pequeña ciudad de la Costa Azul italiana que organiza año tras año la competición musical. Y el festival que fue la joya de los certámenes europeos hace treinta años languidece desde hace tiempo, aunque no haya dejado nunca de ser un acontecimiento popular de primera magnitud en Italia.

Los organizadores, con la RAI (radiotelevisión italiana) a la cabeza, hace tiempo que buscaban la fórmula mágica para resucitar este "cadáver". La presencia de bellezas internacionales (la argentina Valeria Mazza o la checa Eva Herzigova) como copresentadoras del certamen no había dado demasiado juego, pero este año alguien reparó en una verdad tan obvia como abrumadora. San Remo necesita un poco de escándalo.

La polémica podía servir de reconstituyente para un evento demasiado maduro, demasiado visto, demasiado oído. ¿Y qué mejor polémica que contratar a personalidades de la ciencia o de la política internacional y colocarlas en el escenario, entre presentadores y modelos, bajo los focos y al calor de las cámaras de televisión? Entre los muchos nombres barajados, al menos un científico de reconocida valía, el italiano Renato Dulbecco, se prestó al juego. La tinta corrió a raudales en los diarios. ¿Qué pintaba este notable profesor, a punto de cumplir los 85 años, en un escenario tan frívolo?

Dulbecco, un anciano sonrosado, cortó en seco la polémica afirmando, con un punto de ingenuidad: "Me han gustado siempre las experiencias nuevas". Y desde ese punto de vista, tenía razón. Porque ¿cuándo se ha visto a un premio Nobel presentar una edición del festival de San Remo?

Los cazatalentos se lanzaron después al extranjero, ese referente obligado sobre el que se asienta la identidad italiana, y del extranjero llegó otra aportación esencial, Mijaíl Gorbachov. Gran desmantelador del inmenso tinglado socialista de la ex Unión Soviética, Gorbachov se declaró dispuesto a viajar a San Remo siempre y cuando se le autorizara a leer un comunicado especial a los jóvenes del mundo.

Hubo un cierto tira y afloja, aunque, según las malas lenguas, no fue por razones ideológicas, sino pecuniarias. El ex secretario general del PCUS reclamaba 100 millones de liras (8,5 millones de pesetas), es decir, el doble de lo que cobrará Dulbecco, por una aparición de siete minutos en el escenario del teatro Ariston el jueves 25 de febrero. Hechos los cálculos, los organizadores, que han gastado 850 millones de pesetas en el evento, consideraron que valía la pena apostar por Gorby.

Gorbachov asegura que no es el dinero, que irá a parar a las arcas más bien exhaustas de la fundación que lleva su nombre, lo que le interesa de San Remo. "Cuando decido participar en cualquier manifestación, pienso, sobre todo, en el efecto que tendrá, si podrá servir para conocer a otras personas y darme a conocer, alcanzando así un nivel de intercambio más profundo", ha declarado al diario La Repubblica. "En este caso, se me presenta la posibilidad de aproximarme a un público joven. Y a mí me interesa mucho hablar con los jóvenes, porque a ellos les tocará vivir el mañana, el próximo siglo. Éste es mi credo".

Los dos premios Nobel compartirán escenario con el tenor español José Carreras, que cantará el sábado, en la clausura, una selección de canciones napolitanas y, quizá, con el cantante Roger Clinton, hermano del presidente de Estados Unidos. "Si me pagan bien", ha declarado, "allí estaré".

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