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Endesa acepta la posibilidad de compartir con Duke Energy el mercado eléctrico de Chile

Endesa ha asumido que quizá deba compartir el mercado eléctrico chileno con la estadounidenses Duke Energy. La empresa española tiene una inversión en Chile de un cuarto de billón de pesetas (32% del capital) en el grupo eléctrico Enersis, en el que se encuentra enfrentada a los fondos de pensiones -principales accionistas-. Duke Energy (3,4 billones de facturación y presencia en 50 países) anunció el jueves una OPA sobre el 51% de la generadora Endesa Chile, en la que Enersis posee un 25%, y los fondos, un porcentaje similar. La operación puede aliviar la presión sobre Endesa.

Endesa se ha opuesto siempre con dureza a que Enersis se desprenda de su participación en Endesa Chile, porque considera vital para sus intereses mantenerse en el negocio de la generación eléctrica. Hasta tal punto se opone a dicha venta, que la compañía española había afirmado públicamente que si logra su gran objetivo, elevar su participación en Enersis del 32% al 64% mediante la OPA lanzada en enero, bloquearía la venta del porcentaje de Enersis en Endesa Chile.La empresa que preside Rodolfo Martín Villa no quiere que se evapore su parte en la generadora Endesa Chile (su 32% en Enersis le da una participación indirecta del 8% en la filial), pero, a la vista de las complicaciones sufridas en el último año, no tendría inconveniente en que los fondos de pensiones, sus incómodos socios en Enersis, vendan a los estadounidenses su parte en Endesa Chile.

Así parece indicarlo la comunicación enviada a la Bolsa de Nueva York (Endesa cotiza en Wall Street) un día antes de que Duke Energy hiciera su oferta por Endesa Chile, recogida por la prensa del país andino y que asegura que, "ante cualquier intento de una tercera parte por comprar Endesa Chile, Endesa España se reserva el derecho de actuar como considere apropiado. Estas acciones pueden incluir entrar a una colaboración con estas personas o comprar acciones de Endesa Chile". Así lo indica también el anuncio de la compañía española de que no se opondrá a un cambio de estatutos en la filial para elevar del 25% al 66% el porcentaje de acciones que puede controlar un solo accionista. Duke Energy ha puesto como condición para su OPA esa modificación.

La siguiente gran cita para Endesa en Chile está prevista para el próximo día 24, cuando se celebrará una junta general de accionistas que debe decidir si acepta o no modificar los estatutos de Enersis, de forma que un solo accionista pueda controlar más del 32% del capital (límite actual). La modificación de estatutos es la condición previa para que se lleve a cabo la OPA de Endesa (207.000 millones de pesetas por el 32% adicional de las acciones).

Nuevos elementos

Los fondos de pensiones, que el pasado día 4 aprobaron vender el 25% de Enersis en Endesa Chile -contra el criterio de la compañía española- están valorando los nuevos elementos que introduce la oferta de Duke Energy y que son esencialmente dos: garantía de obtener un buen precio tanto por sus acciones en Endesa Chile como por sus acciones en Enersis y garantía de liquidez para los títulos que mantengan en propiedad tras el cierre de las dos operaciones de compra en marcha, la española en Enersis y la estadounidense en Endesa Chile.

Por uno u otro motivo (Duke consigue una plataforma de lanzamiento en América Latina; Endesa mantiene su presencia en el negocio de generación en un entorno pacificado, y los fondos de pensiones consiguen un importante rendimiento por la venta de acciones a dos bandas), todas las partes, aparentemente, tienen algo que valorar de forma positiva.

Endesa, no obstante, dejará de ser protagonista en el negocio eléctrico de Chile, por el que apostó con fuerza en agosto de 1997 y que le ha causado numerosos quebraderos de cabeza en los últimos meses.

De hecho, se mantiene la investigación de la Fiscalía de Chile, que el verano pasado presentó una querella contra los directivos chilenos del grupo Enersis que cerraron la venta del 32% a Endesa y contra las "demás personas responsables de la operación".

Para entrar en Enersis en 1997 Endesa se vio obligada a adquirir las denominadas sociedades chispas, que controlaban grandes paquetes de acciones del grupo eléctrico chileno, el más importante de Latinoamérica. En la compleja operación, un hecho disparó la polémica: Endesa pagó 600 veces más por las acciones con derechos políticos, que otorgaban el control de Enersis, que por el resto de los títulos. Las acciones más caras estaban controladas por directivos chilenos encabezados por el empresario José Yuraszeck, próximo al ex dictador Agusto Pinochet.

También siguen en pie demandas civiles y penales interpuestas por grupos de pequeños accionistas contra los directivos españoles que negociaron la entrada de Endesa en Enersis. Una entrada que se produjo cuando Endesa tenía una participación pública del 30% y en cuyas negociaciones participó como representante de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales el actual secretario de Estado de la Energía, José Manuel Serra.

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