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Un condenado por el asesinato de Caplanne afirma que le reclutó Miquel

José Luis Fariñas, uno de los condenados a 24 años de cárcel como cómplice del asesinato por parte de los GAL del electricista francés Robert Caplanne, afirmó ayer, en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional contra el presunto gal y confidente policial Ismael Miquel, que fue éste quien le reclutó para realizar labores de información en el sur de Francia. Miquel está acusado de ser el organizador del crimen, ocurrido en Biarritz (Francia) el 24 de diciembre de 1985. El fiscal pide para él penas que totalizan 46 años de prisión.

Fariñas, que trabajó para Miquel en un videoclub de Barcelona, mostró en todo momento una amnesia selectiva. Así, respondió a las preguntas remitiéndose a la sentencia que le condenó en 1987, junto con los otros miembros del grupo, Jorge Porta y Javier Rovira, por el asesinato de Robert Caplanne, que no tenía vinculación alguna con ETA. "Si está en los hechos probados de la sentencia, será verdad", dijo.No recordaba nada de nada. Ni siquiera que Miquel les proporcionó armas, fotografías de los supuestos etarras y dinero. Se le leyó lo que él mismo había declarado anteriormente ante la policía, el juez y el tribunal que le juzgó y, posteriormente, en calidad de testigo, ante el instructor de la causa, en 1996. En todas ellas señalaba a Miquel, en estrecho contacto con la policía, como el organizador del crimen. Ayer dijo que habían pasado 14 años y que no se acuerda de nada.

A preguntas de Txema Montero, abogado de la familia Caplanne, Fariñas llegó a decir que ha pensado que fue objeto de una conspiración de la policía, que creó un grupo para que hiciera de cabeza de turco y ofrecer su detención a los franceses como ejemplo de colaboración policial en la lucha contra los GAL, que estaban atentado en aquella época en el sur de Francia.

En su afán por negar, Fariñas llegó a acogerse al artículo 14 de la Constitución (igualdad ante la ley), en vez de al 16 (derecho a no declarar sobre su ideología), para no contestar si había pertenecido a una organización ultraderechista.

Avisados de su detención

Fariñas dijo que tampoco recuerda que, tal y como figura en sus múltiples declaraciones, días antes de su detención, Miquel le avisó de que iban a por ellos y que iban a cogerles. A la pregunta del fiscal de si Miquel le ofreció dos millones de pesetas para que pudiera fugarse, Fariñas respondió: "Según el sumario, eran tres millones. Pero no lo recuerdo".

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El fiscal insistió: "¿Pero hubo intentos de ofrecerle dinero?". Fariñas replicó: "Igual me equivoqué al decirlo". El fiscal repreguntó: "¿Se equivocó?". Y Fariñas concluyó: "Es posible".

Previamente, el ex comisario Francisco Álvarez, que declaró como testigo, aseguró que no tuvo datos de que Miquel perteneciera a los GAL. Álvarez, que el año pasado fue condenado por el Tribunal Supremo a nueve años y seis meses de cárcel por el secuestro de Segundo Marey, ocurrido en diciembre de 1983 y reivindicado por los GAL, era en 1985, cuando se produjo el asesinato de Caplanne, director del Gabinete de Información de la Seguridad del Estado.

Álvarez había sido jefe del grupo antiatracos de Barcelona, del que Miquel fue confidente. De hecho, reconoció que le recibió en una ocasión en su despacho del Ministerio del Interior junto con el policía Jorge de Haro, amigo de Álvarez. En esa cita, Miquel propuso su infiltración en una organización internacional de narcotráfico y, según dijo ayer, a Álvarez le gustó la operación. Pero no llegó a hacerse porque el fiscal antidroga de entonces dijo que no era legal.

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