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Greene no pudo con su récord de 60 metros en la pista "milagro" de Madrid

Maurice Greene no pudo con su récord mundial de 60 metros. El hombre más rápido perdió consigo mismo. El largo viaje desde Los Ángeles, donde el sábado igualó la plusmarca mundial de 50 metros, con 5,56 segundos, le pesó más que la favorable pista milagro del Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid. Ganó la carrera claramente, pero quedó ya a tres centésimas del récord en el paso de 50 metros, con 5,59, y a 10 del que logró el año pasado en 60, con 6,39, en el mismo escenario. Para hacer los 6,49 de ayer dio 29 zancadas, algo más dos metros en cada una.

El británico Campbell hizo una primera salida nula, pero Greene ni se movió de los tacos. No se puede achacar a ello el fracaso contra el récord. El estadounidense de 24 años, campeón mundial al aire libre en Atenas 97 en 100 metros (y 9.86 de mejor marca), llegó a Madrid diciendo que está mejor que nunca. Para poder con todo, bajo techo y sin él, en Sevilla, en agosto. En concentración parece que también ha mejorado. Todo estaba preparado para el asalto a los 6.39 de 1998 en una pista del Palacio muy dura, que impide botar demasiado a los velocistas y perder así tiempo en saltos cuando se traslada la potencia de piernas a la carrera. Greene, además, que baja la cabeza y el tronco en su explosiva salida, lo aprovecha aún más.Pero aunque salió bien y se destacó pronto, dio la sensación de que sólo ganaba la prueba. Nada de récord. Que incluso frenaba al final porque no estaba convencido de hacer una gran marca, aunque podía influir el miedo a chocar con la valla tras la corta pista circular de peralte. Y eso que el escenario era el mismo que en 1998, incluso la pequeña altitud de Madrid (640 metros)más favorable que en Los Ángeles. El octavo récord del mundo se fue al limbo y la pista no fue milagrosa. Greene repartió camisetas con el apodo de su nombre, Mo, y nada más. Ha corrido este año mucho mejor en Kansas City (6.40) y Boston (6.45). Sólo peor en Nueva York (6.51). Ahora le quedan los campeonatos de su país en Atlanta y quizá los Mundiales en Maebashi (Japón) del 5 al 7 de marzo. Pero la mayor gloria sólo será allá por agosto, en los calores de Sevilla o en alguna de las grandes reuniones.

Así las cosas, la noche fue discreta. Salvo que Yago Lamela confirmó su progresión en longitud y batió su récord de España tras una gran serie: nulo, 8,11, nulo, 8,18, 8,13 y 8,22, dos centímetros más que los 8,20 de hace unos días en la pista cubierta del estadio de la Comunidad. En pértiga, el ruso Maksim Tarasov saltó al segundo intento 5,90, pero falló los tres sobre 6,01. Y en los 60 femeninos, ante la sombra ya de la rusa Irina Privalova, sólo cuarta, ganó la nueva joya nigeriana de 18 años, Joan Ekah, que se entrena en Valencia, con 7.10.

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