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SUCESOS NUEVA AUTOPSIA AL CADÁVER

Varias personas participaron en la muerte de la joven de Elche

Las pruebas que la Guardia Civil ha encontrado junto al cadáver de la joven de Elche que el domingo apareció muerta en las inmediaciones del parque natural del Fondo, en Crevillente, apuntan a que varias personas participaron en el crimen. La investigación del suceso dio ayer un nuevo giro, ya que el juzgado que investiga el caso suspendió ayer el entierro de María Ángeles Pomares Cuesta y ordenó una nueva autopsia del cadáver.

El primer análisis del cuerpo confirmó que la chica fue violada, pero los forenses no han encontrado restos de semen. Un funcionario de la Policía científica de Madrid se trasladó ayer a Elche para examinar de nuevo el cadáver. El resultado de la primera autopsia, que el lunes le practicaron dos forenses, señala que la joven murió asfixiada con su propio jersey, después de ser violada. Aunque el informe desvela la existencia de indicios claros de agresión sexual, en el cuerpo no se han encontrado restos de semen y no se descarta que los agresores utilizaran algún instrumento para penetrarla. Los amigos de la víctima conocieron la decisión del juez a las puertas de la iglesia de San José, donde ayer estaba previsto que se celebrara el funeral por María Ángeles. "El juzgado ha tomado la medida este mediodía y no sabemos cuándo se celebrará el entierro", precisó un portavoz del Ayuntamiento. Todo apunta a que en el asesinato de María Ángeles participaron varias personas, ya que donde apareció el cadáver existen huellas de más de un vehículo. La Guardia Civil ha tomado declaración a todas las personas que estuvieron el sábado con la chica. Familiares de la joven precisaron que María Ángeles y su tía fueron a Alicante a celebrar los carnavales. Sobre las siete de la mañana volvieron a Elche. La chica dejó a su tía en casa y se marchó a la discoteca Santa Fe donde la esperaban unas amigas. A las 8.30 horas, abandonó el local con un chico. El joven, que el lunes declaró ante la Guardia Civil, precisó que María Ángeles le acompañó hasta su coche y allí se despidieron. Desde entonces nadie más la ha visto con vida. El asesinato ha provocado una gran conmoción en Elche. Los ciudadanos recordaban ayer otra muerte violenta, hace tres años, y que aún está sin resolver. En mayo de 1996, Trinidad Agulló, de 23 años, murió apuñalada en el interior de un garaje. Un colectivo ciudadano prepara para el lunes una manifestación de repulsa.

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