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El músico José Antonio Ramos se propone difundir el típico timple canario

"Estoy ilusionado con que mi música trascienda fuera de Canarias, donde he trabajado durante los últimos 10 años. Creo que éste es un buen momento para que el timple pueda ser escuchado en muchas partes del mundo". Ése es el sueño de José Antonio Ramos, un músico nacido en Gran Canaria hace 29 años que se ha rodeado de grandes nombres de la world music, revisión actualizada de los sonidos más enraizados, para confeccionar su primer elepé en solitario. Dentro de sus planes de expansión, ayer estuvo en Bilbao promocionando dicho estreno: Los cuatro gigantes (Crin). "Raíz y fusión". Con estas dos palabras define Ramos un trabajo en cuya escucha aflora la inevitable influencia de la música tradicional isleña, diversas danzas autóctonas y otras referencias, como la polca. Para lograr la fusión estilística y tímbrica, las 12 composiciones de Los cuatro gigantes han sido registradas con la ayuda de ilustres invitados -"por conexión personal y musical"- como el trikitilari bilbaíno Kepa Junkera, el cantante Luis Morera y Bela Fleck, virtuoso norteamericano del banjo. "Hay circuitos por todo el mundo en que se integran estas corrientes y no tenemos ningún complejo para tocar en cualquier escenario. Mis aspiraciones son todas las del mundo", afirma el músico espoleado por el buen momento que atraviesa la world music. Su fe ilimitada se sustenta en las propias características del timple, pequeña guitarra de cinco cuerdas característica de la tradición musical canaria y emparentada con instrumentos similares, como el tres cubano, el charando andino, el cuatro venezolano y el oukelele. Igual que le sedujo a él, su sonido puede hacerse un hueco en el gusto de muchas otras personas, por diseminadas que se encuentren: "Engancha y seduce por las grandes melodías y por la potencia rítmica y sonora que puede llegar a tener con una caja de resonancia tan pequeña. Abarca muchas emociones y puede llegar a muchas partes. Es un lenguaje que conecta mucho con Canarias, pero al mismo tiempo es muy abierto". Sus palabras se presentan acreditadas por la experiencia acumulada. No es un recién llegado a la música y en su historial destacan dos discos publicados con el conjunto Triotimple; la participación en la banda sonora del largometraje Mararía; la creación del primer timple electro-acústico, y la interpretación, junto a la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, del primer concierto compuesto para timple y orquesta. Pese a todo, Ramos se resiste a referirse a sí mismo como un innovador. "Me veo como un músico inquieto; me gusta escuchar muchas cosas, he bebido de muchas fuentes partiendo de la música popular: tengo muchos años de conservatorio, de guitarra clásica, de música moderna, de armonías jazzísticas y de músicas populares de muchos otros países, sobre todo de América Latina. Mi cabeza ha sido una especie de coctelera donde se ha unido todo eso para canalizarlo a través del timple", concluye.

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