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FÚTBOL. LA RESACA DE LA JORNADA

Pavlicic, expulsión injusta y teatro

Pavlicic tiene motivos para la queja: Pérez Lasa le mostró el domingo la segunda tarjeta amarilla, le expulsó en suma, por no hacer nada. El colegiado interpretó que tenía tanta culpa como José Mari en la trifulca que ambos sostuvieron al final del encuentro Salamanca-Atlético, pero no fue así. Sólo empujó el rojiblanco, y por dos veces. A Pavlicic le tocó únicamente recibir. Bueno, y exagerar. Porque el croata exageró de manera tremenda el daño recibido. Con la intención de provocar la expulsión de su rival, teatralizó su caída, fingió una agresión que en realidad no existió. Las cámaras de televisión, como muestra la secuencia superior, delataron a Pavlicic: no sufre consecuencias inmediatas por el empujón de José Mari; es un instante después cuando el jugador hace aspavientos con los brazos y se tira doliéndose. Pavlicic no mereció la expulsión, pero su comportamiento fue poco ético. Por eso su intento de engaño pasa por estas páginas como el gesto antideportivo de la jornada.

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