_
_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Palop y los equipos grandes

Palop, portero del Villarreal, es sin duda el meta revelación de la temporada. Con 25 años, 1,82 de estatura y 77 kilos de peso, se le augura un gran futuro por su enorme agilidad y sus grandes reflejos. Sin embargo, tiene que madurar: hoy posee un afán desmedido por destacar, lo que le hace cometer errores de principiante, su sentido del juego es mediocre y, en ocasiones, peca de ingenuidad. Sus peculiaridades, realmente desiguales, nos llevan a estas reflexiones:

1. Existen dos tipos de guardametas, de características diametralmente opuestas. Unos buscan principalmente el lucimiento personal basándose en movimientos bonitos y espectaculares. Hacen difíciles los balones fáciles, lanzándose sin necesidad sobre pelotas que podrían recoger sin excesivas dificultades. Los otros realizan un juego sencillo, poco brillante, solucionando los problemas a base de colocación. El espectador profano tiene la impresión de que los atacantes no aciertan ya que, o tiran a las manos, o el remate se les va fuera. No comprende que, en ambos casos, la causa se debe a la extraordinari a colocación del meta.

2. Hay porteros de equipos mediocres -siempre muy protegidos- que alcanzan actuaciones muy destacadas. Al intervenir constantamente se mantienen en una condición física y mental óptima, con lo que resuelven situaciones de cualquier tipo, incluyendo las de grave riesgo.

3. Por estas notables actuaciones les fichan directivos de clubes grandes, pero sus deseos no siempre se cumplen pues muchos de estos metas van acumulando actuaciones deficientes, lo que origina que los directivos "técnicos" queden desconcertados. Estos jugadores, en su nuevo equipo, tienen largas pausas de inactividad, con lo que perjudican su concentración. Por añadidura, al jugar el equipo abiertamente al ataque, los esporádicos avances del rival suelen producir gran peligro, lo que les supone intervenir con dificultad y "en frío"; todo ello provoca que sus movimientos explosivos carezcan de la rapidez que "en caliente" siempre poseían.

4. Palop viene demostrando que es un gran portero para equipos de nivel medio-bajo, pero ¿lo será igualmente si actúa en un conjunto de los llamados "grandes"?

Laureano Ruiz es director de la Escuela de Fútbol de Santander, y entrenó al Barcelona, al Celta y al Rácing. Es autor del libro Cómo lograr ser un gran futbolista.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_