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FÚTBOL 20ª jornada de Liga

El Oviedo salvó el partido con apuros

La Real Sociedad buscó el empate hasta el último minuto

La clase de Iván y el momento dulce de Dely Valdés desequilibraron un partido que el primer tiempo hizo presumir más igualado. Kovasevic, que ayer vistió de blanco, tuvo una noche negra, ya que Eskurza le sacó un remate bajo los palos y en el segundo tiempo falló dos goles cantados. El resultado es una lección para Fernando Vázquez, que recuperó una alineación razonable, en la que la calidad primó sobre el músculo.Dos equipos de la zona media ofrecieron un primer tiempo intenso, salpicado de claras oportunidades en ambas porterías. Desde el principio, la Real salió a por el partido, para lo que contó con un bloque rocoso y una delantera intimidatoria. Sa Pinto fue a por todos los balones y remató a la primera oportunidad. Kovasevic concentró los temores asturianos, pero a la hora de la verdad se le vio poco y no fue capaz ni siquiera de engañar al árbitro en una burda caída en el área que en pugna con Onopko.

OVIEDO 2

REAL SOCIEDAD 1Oviedo: Esteban; Eskurza, César, Onopko, Manel; Keitea (Rabarivony, m. 29), Paulobento; Iván Ania, Dubovsky, Pompei (Moreno, m. 80); Dely Valdés. Real Sociedad: Alberto; Puentes, Loren, Antia, Aranzabal; Gracia, Gómez (Cvitanovic, m. 59), Kuhbauer (Guerrero, m. 30)(Idiakez, m. 81), De Pedro; Sa Pinto y Kovasevic. Goles: 1-0. M. 50. Iván Ania, en jugada personal. 2-0. M. 65. Dely Valdés transforma un penalti cometido por Guerrero sobre él mismo. 2-1. M. 85. Idiakez, aprovechando un rechace de la defensa. Árbitro: García Aranda, madrileño. Enseñó tarjetas amarillas a César, Rabarivony, De Pedro, Guerrero. Unos 10.000 espectadores en el campo Carlos Tartiere.

En el Oviedo no era necesaria demasiada elaboración. En el centro del campo se imponía la presión y el dinamismo al servicio de una línea de tres mediaspuntas formada por buenos peloteros. Esa línea de tres acaparó protagonismo, desplazando a un segundo plano al otro gran goleador del cartel, Dely Valdés. Dos de ellos, Iván Ania y Pompei, obligaron a Alberto a estirarse como una goma para replicar a dos disparos envenenados. Antes de la media hora, cada entrenador había movido el banquillo. Fernando Vázquez lo hizo a favor de Grada, que la tomó con Keitea, una cara nueva que ha tenido poco margen para el error. La marcha de Kuhbauer estuvo justificada por una lesión.

La Real, que había avisado con remates cercanos de Sa Pinto, acarició literalmente el gol en un córner cabeceado por Kovasevic y que Eskurza sacó los palos. García Aranda consultó discretamente con su ayudante, que confirmó que el balón no había sobrepasado la raya. En el tramo final, entrecortado por la dureza y la polémica, los cañoneros oviedistas tuvieron su opción en sendas faltas al borde del área que tanto Dubovsky (m. 35) como Pompei en el descuento, mandaron al larguero. Kovasevic confirmó, nada más reanudarse el juego, que no era su noche. Poco después, Iván Ania hizo la jugada de la noche, coronada con un remate de lujo. El gol desequilibró a la Real, que no supo responder a los contragolpes asturianos. En uno de ellos llegó el penalti, que se atrevió a lanzar un inspirado Dely Valdés. Tras otro incomprensible error de Kovasevic, llegó el tanto de Idiakez, que abrió a un final de partido trepidante. La Real se fue arriba con todo, al Oviedo le temblaban las piernas y en plena tormenta Manel tuvo que evitar el empate al sacar un balón bajo los palos tras un cabezazo cercano de Cvitanovic.

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