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Satisfacción en el PSOE por la marcha atrás de los magistrados del Supremo

La secretaria general del Grupo Parlamentario Socialista, María Teresa Fernández de la Vega, mostró ayer su satisfacción porque la intervención del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) haya detenido el movimiento asambleario de los jueces del Tribunal Supremo, que a su juicio era "altamente preocupante". Para el presidente de la Sala Penal de la Audiencia Nacional, Siro Francisco García, principal afectado por las decisiones de la asamblea, ésta "no es contraria a la ley, pero está al margen de ella".

La diputada socialista María Teresa Fernández de la Vega manifestó a Europa Press que la asamblea que el martes celebraron 51 de los 92 magistrados del Supremo -otros 16 habían delegado su representación- le había dejado "atónita y preocupada", pues se trata de un "paso desatinado, altamente preocupante", que situaba a los representantes del alto tribunal como un "comité de empresa". A su juicio, el Poder Judicial tiene sus propios cauces de expresión y no parecía democrático que los magistrados del Tribunal Supremo actuasen como una junta de jueces, arrogándose unas competencias que ni legal ni constitucionalmente les corresponde, hablando incluso sobre decisiones del Legislativo y del Ejecutivo. "Me alegro de que el Consejo haya echado atrás este tema", concluyó.Por su parte, Siro Francisco García, magistrado del Tribunal Supremo y presidente en funciones de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, se mostró contrario a la celebración de la asamblea y señaló que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tiene "toda la razón en estar inquieto por este tipo de reuniones". Siro García es uno de los magistrados afectados por las decisiones de la asamblea sobre el principio de "magistratura en ejercicio", que postula la vuelta al Tribunal Supremo, en un año, de los magistrados destinados en otras jurisdicciones.

Asistió a la asamblea

García asistió a la asamblea y sostuvo que imponerle el regreso, so pérdida de la condición de magistrado del Supremo, atentaría al principio de inamovilidad judicial. La asamblea, sin embargo, mantuvo sus tesis y rechazó por 60 votos frente a 7 el intento de ampliar de uno a cinco años el plazo para que García y otros jueces regresen al Supremo.El magistrado se mostró contrario a que "nada menos" que miembros del Tribunal Supremo realicen reuniones asamblearias que no están previstas legalmente. "Si nosotros empezamos por no respetar la legalidad, entonces, apaga y vámonos", dijo.

Añadió que es "natural" el recelo expresado por el Consejo Judicial frente a esta asamblea, de la que dijo no estar de acuerdo con ninguna de las cuestiones que allí se debatieron. "Yo he sido uno de los pecadores por defender mis intereses y quería saber qué es lo que se cocía en esa asamblea", dijo. Destacó después que los magistrados del Supremo tienen sus órganos de gobierno para expresar sus reivindicaciones y aseguró que aunque se incidió en no emplear la palabra "asamblea", aquello fue una reunión asamblearia y con voluntad de establecer unas normas de funcionamiento interno al margen de la ley del Poder Judicial.

Respecto a la nota hecha pública ayer por el Tribunal Supremo, en la que se asegura que la reunión del martes fue sólo una "reflexión colectiva sobre cuestiones que afectan al Tribunal" y no una asamblea reivindicativa, Siro García indicó que, lógicamente, los magistrados "no son unas locas o unos locos, y todo lo que hacen, lo hacen meditadamente, reflexivamente y con cierto respeto a las normas vigentes".

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