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El director de Tráfico de Madrid condujo sin carné en regla ni seguro ni permiso circulatorio

Jan Martínez Ahrens

A medianoche del 12 de diciembre de 1998, un Volvo 850 chocó contra un coche en la curva de la carrera de San Jerónimo con la plaza de Canalejas. Del Volvo bajó un hombre corpulento. Cuando la Policía Municipal le pidió los papeles descubrió que no llevaba seguro obligatorio (una infracción penal) ni permiso de circulación y que su carné de conducir estaba caducado (retirada del documento y multa de 50.000 pesetas por circular ilegalmente). Y cuando los agentes se interesaron por su identidad supieron que se trataba de Pedro Alfonso Areitio Toledo, precisamente el director de servicios de Tráfico y Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, ex gerente municipal de Urbanismo (1991-1995) y brazo derecho del primer teniente de alcalde y concejal de Policía Municipal, José Ignacio Echeverría, del PP.Pese a tratarse de un fin de semana y caer de noche y en zona céntrica, la Policía Municipal no le hizo la prueba de alcoholemia. Pero sí que le multó.

El relato del accidente de Pedro Areitio arranca a las 0.25 del sábado 12 de diciembre. El director de servicios de Tráfico, un puesto de la máxima confianza política desde el que se dirige toda la circulación y la seguridad vial de Madrid, conducía su enorme Volvo azul con matrícula de 1986.

Procedía de la Puerta del Sol. Cruzó la carrera de San Jerónimo, de un solo sentido, y al llegar a la plaza de Canalejas tomó la curva de la calle de Sevilla hacia su izquierda.

En esta maniobra, siempre según los informes policiales, chocó contra un Renault Laguna mal aparcado en la curva, que, a su vez, golpeó a un Audi4, propiedad de una famosa actriz de televisión. Los daños fueron exclusivamente de chapa. No hubo heridos.

A raíz del incidente, una patrulla de la Policía Municipal se presentó en el lugar de los hechos. En el parte del accidente los agentes apuntaron que la iluminación de la zona donde chocó el Volvo era suficiente, que la superficie de la vía (de seis metros) estaba seca y limpia y que la situación atmosférica era buena. También señalaron como "factor concurrente" en el siniestro la distracción del conductor. Éste, a su vez, manifestó que había colisionado con el vehículo aparcado después de ser "encerrado por un autobús".

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El director de Tráfico sigue sin presentar su seguro ni el permiso de circulación

El punto de mayor fricción de este accidente se originó en el momento en que la Policía Municipal decidió no someter al director de servicios de Tráfico a la prueba de alcoholemia, un test que en un caso de este tipo siempre se efectúa, especialmente a medianoche y en un fin de semana, según los jefes de policía local consultados.Areitio afirma que no tuvo que "soplar" porque los agentes así lo decidieron. "Vieron mi tarjeta de director de servicios y se pusieron de acuerdo entre ellos. Pero yo no intervine", describió Areitio.

El propietario del Renault Laguna afectado, José A.P., de 34 años, cacereño en viaje de negocios por la capital, recuerda lo ocurrido. "Yo estaba de compras cuando se produjo el accidente, y cuando llegué, el hombre del Volvo estaba ya con la Policía Municipal. Se le veía ebrio. Los agentes se lo llevaron para hacerle la prueba de alcoholemia, que supongo daría positivo", dijo.

"Eso es mentira, yo volvía de un entierro y no me había tomado ni dos whiskys", alegó Areitio.

Fuentes cercanas al caso señalan que un suboficial de la Policía Municipal se acercó al lugar del incidente al conocer el cargo del implicado. También indican que por la malla (sistema de comunicaciones de la Policía Municipal donde se graban las conversaciones de los agentes) los primeros policías pidieron un equipo de alcoholemia.

Este periódico trató, sin éxito, de recabar la versión del inspector jefe de la Policía Municipal, conocedor de los hechos.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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