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Unión Naval está en venta pero no hay ofertas de compra en firme

Unión Naval de Levante, denominada desde hace unos meses como Inversiones Marítimas del Mediterráneo, está en venta, pero no existen ofertas de compra en firme, según reconoció ayer el vicepresidente de la sociedad, Juan Ignacio Muñiz. Las negociaciones que el BCH, principal accionista del astillero, mantenía, entre otros, con el naviero Vicente Boluda, están en estos momentos paralizadas, aseguró Muñiz. El vicepresidente, consejero de Aguas de Valencia en representación del BCH, aseguró, por otro lado, que las negociaciones para la compra de Vainmosa Cartera, titular del 49% de Egevasa, por parte de Aguas de Valencia, existen, pero aclaró que no hay nada cerrado. Julio de Miguel, presidente de Bancaixa, accionista de Vainmosa Cartera, se mostró unas horas antes más dubitativo al ser preguntado por estas conversaciones. Además del citado consejero, ayer, desembarcó en las instalación de la antigua Unión Naval de Levante, casi todo su consejo de administración con motivo de la botadura del barco Trans Iberia, destinado al transporte de derivados del petroleo, así como productos inflamables y altamente corrosivos. El comprador es la empresa noruega Seatrans y su coste asciende a 7.500 millones de pesetas. El buque tiene 150 metros de eslora, 23 de manga, y 17.500 toneladas de peso muerto. En la construcción de este quimiquero han participado un total de 1.500 personas. Nueva estructura Éste es el primer barco construido por la redenominada Unión Naval de Valencia, una de las dos filiales en que se ha dividido la antigua Unión Naval de Levante. La otra compañía es Unión Naval Barcelona, especializada en la reparación de barcos. El astillero de Valencia se dedicará en exclusiva a la construcción de embarcaciones. El holding del que dependen las dos filiales es la sociedad Inversiones Marítimas del Mediterráneo. Según los responsables de la compañía, "con dicha especialización, el astillero puede hacer frente a la crisis del este de Asia y a la competencia de países como Corea". El grupo naval, que todavía tardará unos meses en acabar el buque botado ayer, construye otro gemelo para una compañía francesa, y un tercero, de menor tonelaje, para un armador alemán y cuyo coste se eleva a 4.500 millones de pesetas. El astillero valenciano entregó el pasado mes de diciembre al armador Marpetrol un buque, de bandera española, destinado al transporte de productos químicos y derivados del petroleo de 16.500 toneladas de peso muerto. Unión Naval Valencia, que cuenta con una superficie de 100.000 metros cuadrados, cuenta con una plantilla de 390 empleados, después de sucesivos ajustes de empleo. El astillero sufrió en el verano de 1997 uno de los accidentes labores más importantes de la historia, que se saldó con la muerte de 18 trabajadores.

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