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El Supremo de Florida revisará el caso del español condenado a muerte

El Tribunal Supremo del Estado de Florida decidió ayer aceptar el recurso de apelación presentado el pasado día 7 por el abogado de Joaquín José Martínez, el único español en el corredor de la muerte de una prisión estadounidense. Aunque la fiscalía todavía debe presentar su réplica al recurso, la aceptación del mismo abre una vía de esperanza para el preso y sus familiares, constituye su primera noticia positiva en el frente jurídico desde la condena a muerte de 1997.

Al aceptar el recurso presentado por el abogado Peter Raben, el Supremo de Florida acepta que existen razones para darle un nuevo vistazo al caso. En su texto, Raben argumentó que el juicio en el que Martínez fue condenado se caracterizó por numerosas irregularidades de procedimiento, carencia de pruebas sólidas, mala defensa del acusado y comparecencia de testigos de cargo, como la propia ex esposa del acusado, de dudosa credibilidad. Raben le pidió al Supremo de Florida que ordene la celebración de una segunda vista.La máxima autoridad judicial de ese Estado norteamericano todavía no ha llegado a la conclusión de que es necesario un segundo juicio, pero sí que aceptó ayer que esa posibilidad, muy rara en Florida, merece ser estudiada. La fiscalía dispone de 60 días para presentar sus argumentos, pero se comprometió a acelerar las cosas ante el grupo de cuatro senadores españoles de todo el arco político que, la pasada semana, estuvieron en Miami interesándose por el caso del español condenado a muerte.

Martínez, recluido desde la primavera de 1997 en el corredor de la muerte de la prisión de Starke, en el norte de Florida, defendió su inocencia en una entrevista con este periódico en la Navidad de ese año y añadió que condena fue el resultado de una mala defensa en un juicio injusto. Ese ha sido su versión, sostenida con firmeza por sus padres, desde que un jurado popular le condenó a muerte por el asesinato de una pareja en Tampa (Florida), en 1995. Las pruebas presentadas en su contra fueron circunstanciales, sin que se le encontrara el arma del crimen o rastros de sangre, se expusieran motivos sólidos para su presunta conducta criminal o existieran testigos que le vieran en la zona del crimen en la noche de autos. Declaraciones indirectas de su ex esposa y la novia que tenía entonces decidieron su suerte.

Los senadores que se entrevistaron con el fiscal general de Florida y el nuevo gobernador republicano de ese Estado, Jeb Bush, les presentaron una resolución del Parlamento Europeo condenando la sentencia de muerte de Martínez.

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