_
_
_
_
_
Entrevista:COSTAS SIMITIS PRIMER MINISTRO DE GRECIA

"Hace falta establecer principios claros en la financiación de la UE"

El primer ministro griego, Costas Simitis, de 62 años, líder del Partido Socialista Panhelénico (PASOK) que fundó Andreas Papandreu hace 25 años, forma parte de la nueva generación de líderes socialdemócratas que gobiernan hoy en Europa. Abogado con amplia experiencia política, discreto si se le compara con el patriarca del socialismo helénico al que sucedió al frente del partido, mantiene un discurso europeísta pragmático, alejado de cualquier exceso. Su visita de esta semana a Madrid, ocho años después de que lo hiciera el entonces primer ministro Costas Mitsotakis, en mayo de 1990, tenía como objetivo compartir puntos de vista con el presidente del Gobierno, José María Aznar, ante las difíciles negociaciones en curso sobre la reforma financiera de la UE y los presupuestos para el periodo 2000-2006. Grecia, España y Portugal tienen intereses comunes en la negociación, y Simitis llegó incluso a utilizar el término frente para designar la posición común de estos tres países que reciben los fondos de cohesión de la UE.Pregunta.Al presidente Aznar le parece excesivo el término frente para designar esa posición común.

Respuesta.Tal vez no se me ha entendido bien. Lo que quiero decir es que Portugal, España y Grecia tienen objetivos comunes en estas negociaciones. El objetivo es que haya más dinero para las políticas que desarrolla la UE y que continúe la política de cohesión.

P.¿El previsible retraso en la ampliación de la UE puede facilitar un acuerdo de los Quince sobre la Agenda 2000?

R.Desde el principio estuvo claro que los Estados que se incorporen a la UE lo harán después de cuatro o cinco años de negociaciones. Algunos jefes de Estado les dijeron que serían miembros en el año 2000, cuando cualquiera que supiera de negociaciones sabe que llevaría su tiempo. Pero las actuales negociaciones no son sólo un problema de ampliación. No es sólo un problema que habrá nuevos miembros que participen en los presupuestos de agricultura o fondos estructurales, es un problema de la UE en sí misma.

P.¿En qué sentido?

R.El principal problema es que la UE ha elaborado su sistema de financiación a lo largo de los años, adaptándose en diferentes periodos, como el compromiso alcanzado con el Reino Unido con el cheque británico. No ha sido construido sobre principios claros, aplicables a todo el mundo. Hay demasiadas excepciones que deben ser pensadas de nuevo. Tal vez algunos países intenten llegar a un nuevo compromiso, cambiando una cosa por otra, pero creo que esta vez va a ser más difícil, porque van a ingresar nuevos Estados y hace falta establecer principios claros y nuevos.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

P.Alemania mantiene que, si el acuerdo sobre los presupuestos es complicado, más difícil será la reforma institucional para acomodar los órganos directivos de la UE a los nuevos miembros.

R.Está claro que debemos alcanzar un acuerdo, y será difícil, porque existe una serie de prácticas ya establecidas. Por ejemplo, todo Estado tiene ahora al menos un comisario en la Comisión Europea. ¿Cómo se consigue que un país renuncie a tener un comisario? Ése no es un problema teórico, porque si tienes un comisario participas en las negociaciones, tienes información, se defienden tus intereses. Si un país no tiene un comisario, queda fuera. No sé cómo se puede resolver ese problema. Por otro lado, no podemos aceptar que haya dos tipos de Estados: los que toman parte en la decisiones y el resto.

P.¿Cree que esto cambiará las alianzas?

R.Sí. Por ejemplo, Holanda, que actualmente se sitúa en las negociaciones al lado de los países grandes, más desarrollados, en el tema institucional estará con los pequeños.

P.El nacimiento del euro ha sido un éxito, pero ¿qué pasa con la Europa política?

R.Creo que los Estados miembros deben discutir qué es lo que realmente quieren en el futuro. Hay discusiones sobre la unión política, pero no está claro qué es lo que se quiere. Alemania, el Reino Unido y Francia tienen diferentes expectativas. El Reino Unido no tiene la misma visión de Europa que nosotros tenemos, o la que tienen los españoles o los alemanes. La política exterior y de seguridad común es un buen ejemplo de lo que no se puede alcanzar al existir intereses contrapuestos. Nadie parece dispuesto a ceder su poder nacional.

P.Grecia vive de cerca el problema de los Balcanes ¿Qué piensa de la posición europea?

R. Es la prueba de que Europa no ha desarrollado una política exterior común y Estados Unidos está ejerciendo un papel líder en la región. Estados Unidos debe jugar el papel que considere necesario, pero Europa debe tener una presencia en la región. Pero debo decir que la UE no tiene todavía una opinión de como manejar en conjunto el problema yugoslavo. P.¿A qué cree que se debe esa incapacidad?

R.Si se quiere alcanzar una posición, hay que sentarse y hablar. Le voy a poner un ejemplo. En la crisis de Albania, el conjunto de Europa no desarrolló una posición común. Hubo diálogo entre Grecia e Italia, y ambos países se comprometieron, animaron al resto de los europeos, lo que llevó a solucionar el tema de Albania. Eso demostró que, si se quiere, se pueden hacer cosas. Pero hay que hacer algo, tomar la iniciativa.

P.¿Cree que la candidatura de Chipre a ingresar en la UE tiene dificultades?

R.Algunos países, y no estoy hablando de España, parecen no asumir su decisión de que Chipre sea miembro de la UE, y que fuese tomada en 1995, cuando la ocupación de parte de la isla por el Ejército turco existía desde hace 20 años. Ahora no se puede decir, en nuestra opinión, que existe un problema político, y hay que resolverlo como condición para el ingreso de Chipre. Ésa nunca fue una condición para el ingreso de Chipre. Su ingreso en la UE es independiente del problema político.

P.La mayoría de los Gobiernos europeos son hoy socialdemócratas. ¿Qué liderazgo se impondrá: el del británico Tony Blair, el francés Lionel Jospin o el del alemán Gerhard Schröder?

R.Cada país tiene sus propios problemas y su propia historia. Hay soluciones que se aplican a un país que no pueden aplicarse a otros, y Blair es el resultado de la experiencia del Partido Laborista. Pero también creo que las políticas de Blair, Jospin y Schröder tienen los mismos principios y los mismos objetivos. Pueden diferenciarse en su aplicación, pero no son contradictorias entre ellas.

P.¿Puede ello favorecer una mayor unión política de la UE?

R.Creo que no se puede tener una unión real en la UE sin desarrollar políticas comunes en más áreas. Ahora tenemos una política agrícola común, y una política económica y monetaria común. La UE tendrá en un futuro principios comunes sobre fiscalidad, sobre seguridad y asistencia social o políticas comunes sobre el desempleo.

P.Será un largo camino.

R.Sí es un largo camino, pero es un camino que debemos hacer.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_