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Villalba cree "lógica" la dimisión de la consejera y advierte que es imposible que el PP acabe con UV

Héctor Villalba fue recibido ayer a media tarde en la sede de Unión Valenciana como un auténtico héroe con el caluroso aplauso de un nutrido grupo de jóvenes militantes. El presidente regionalista expresó su profunda satisfacción por el estricto cumplimiento del pacto de gobierno por parte del Partido Popular y se mostró feliz al presentar a Salvador Ortells como nuevo consejero de Agricultura. Villalba calificó como "lógica" la renuncia al cargo de María Ángeles Ramón-Llin y, cuando se saltó el guión institucional, advirtió: "Es imposible que el PP acabe con UV".

Eduardo Zaplana evitó ceder personalmente ante las exigencias que le formuló Villalba el martes a última hora de la tarde, pero el presidente regionalista no podía ocultar ayer su satisfacción ante la resolución final de la crisis desatada por la renuncia de María Ángeles Ramón-Llin a la militancia en UV. El presidente regionalista afirmó que el acuerdo sobre el relevo de Ramón-Llin se alcanzó el martes, pero explicó que Zaplana le había pedido "un tiempo para meditar". La decisión difícil, la posibilidad de romper el pacto si la consejera de Agricultura mantenía el cargo, ya había sido tomada. Villalba reiteró que si las exigencias que planteó al presidente de la Generalitat no hubieran sido satisfechas, "el PP habría roto el acuerdo de gobierno". El tono institucional fue la tónica de toda su intervención: "El PP ha cumplido el acuerdo de gobierno"; "UV estaba convencida de que lo haría"; "después de tres años y medio es fundamental mantener la estabilidad del gobierno". Con más sorna, Villalba dejó caer que "un paladín de la ética política como es Zaplana" no podría haber adoptado otra decisión. El dirigente regionalista explicó que la renuncia de la consejera de Agricultura a su cargo era el resultado "lógico" de una decisión que insistió en calificar como estrictamente "personal". Villalba pidió tranquilidad a todos los sectores agroalimentarios y aseguró que la política de la consejería de Agricultura será la misma durante lo que resta de legislatura, de acuerdo con el programa de UV. La baja de Ramón-Llin como militante del partido fue calificada como "significativa", pero Villalba afirmó que "UV es un partido de ideas, no de personas", para restar importancia orgánica al caso. Vicente Blasco-Ibáñez Tortosa, nieto del escritor y que ha sido concejal, diputado provincial y asesor de UV en esa institución, también anunció ayer su renuncia a la militancia. Pero Villalba se negó a considerar el caso. El presidente regionalista dijo que "los hechos puntuales no pueden ser generalizados", insistió en que el partido está "consolidado" y comentó: "El 14 de junio, muchos de los que hoy tienen crisis de fe, se habrán convertido". En otro momento, más encendido, afirmó rotundo que "es imposible que el PP acabe con UV". Villalba también rechazó la condición esquizofrénica que Ramón-Llin atribuyó a la actitud de su partido en las Cortes. Afirmó que los regionalistas siempre han apoyado al PP en los casos en que está en juego "la estabilidad del Consell", pero recordó que el pacto es autonómico y no implica el seguidismo en cuestiones de índole estatal.

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