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Con fuerza desigual y tendencia a la baja

Luis R. Aizpeolea

Los partidos regionalistas, existentes en todas las comunidades autónomas, pero con una implantación muy desigual, sufrieron una bajada considerable en las últimas elecciones autonómicas de régimen común, las de 1995, ante la polarización del voto entre en el PP y el PSOE. La bajada afectó, sobre todo, a los más conservadores, como Unión Valenciana (UV) y Unión Popular de Cantabria (Upca), de cuyos votos se benefició el PP, y que perdieron un cuarto y la mitad de sus votos, respectivamente. Las próximas elecciones autonómicas del 13 de junio, que afectan a las trece comunidades de régimen común -Cataluña, Euskadi, Galicia y Andalucía tienen poder propio de convocatoria- no apuntan un auge del regionalismo ante la nueva polarización de voto prevista. No obstante, aún algunos de estos partidos pueden ser decisivos para decidir mayorías, sobre todo Coalición Canaria (CC), Partido Aragonés (Par), Partido Socialista de Mallorca (PSM) o Convergencia Democrática de Navarra (CDN). Con ellos trata de establecer el PSOE su estrategia de pactos, a escala regional.Otros, salvo auténticas sorpresas, son irrelevantes, como los de las dos Castillas, Extremadura, La Rioja y Murcia.

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El PSOE busca el apoyo de los regionalistas e IU para equilibrar el poder autonómico el 13-J
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