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Trabajo multa con 20 millones a la empresa del derrumbe de Patraix

La inspección de Trabajo ha detectado numerosas irregularidades en la empresa constructora que trabajaba en la casa que se derrumbó el pasado agosto en el barrio de Patraix de Valencia causando la muerte de dos de los albañiles que trabajaban en el interior. El expediente, que ya está concluido pero que está en suspenso a la espera de la resolución judicial, señala graves incumplimientos de la ley de seguridad laboral e impone una multa de más de 20 millones de pesetas.

El resultado del expediente abierto por la inspección de Trabajo, y que ayer adelantó la Cadena SER, desvela numerosas irregularidades. La empresa sólo tenía licencia de obra menor para trabajar en el número 4 de la calle Nicolás Factor. A pesar de ello, se estaban haciendo trabajos en toda la planta baja, compuesta por tres bajos comerciales, y en los pisos superiores. Al margen de la carencia de licencias, los inspectores detectaron que los trabajadores no habían recibido ningún tipo de formación sobre como realizar su trabajo cumpliendo las medidas de seguridad oportunas, al margen de que los albañiles carecían de la protección individual que marca la legislación sobre seguridad en el trabajo y que debe proporcionarla la empresa. Al mismo tiempo, ningún arquitecto había revisado los trabajos. Por estas irregularidades, el expediente resuelve una sanción de 20 millones de pesetas. Al margen de estos incumplimientos, la empresa -QFC Construcciones- también ha sido sancionada con otra multa de 100.000 pesetas porque dos trabajadores no estaban dados de alta en la Seguridad Social, a lo que se suma otra multa de 501.000 pesetas por el hecho de que uno de estos albañiles estaba cobrando el subsidio de desempleo. Este expediente está paralizado, ya que cualquier sanción administrativa está siempre a expensas de cualquier proceso judicial abierto, como es el caso. De hecho, ante el juez que instruye el caso han pasado los trabajadores, el empresario y los inspectores. Otro expediente relacionado con la siniestralidad laboral que continúa instriyéndose es el del joven de Alcoy que perdió la vida al quedar atrapado en una máquina textil en la que trabajaba en una empresa de Muro. También aquí hay claros indicios de irregularidades: el joven no tenía edad de trabajar y la máquina que manipulaba no tenía parada automática.

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