El tripartito saca adelante los presupuestos guipuzcoanos entre sugerencias de HB de la existencia de corruptelas
Las Juntas Generales de Guipúzcoa aprobaron ayer los presupuestos del territorio para 1999 con el respaldo del tripartito (PNV, PSE, EA), la abstención del PP y la abierta oposición de IU y Herri Batasuna, cuyos portavoces censuraron el sesgo "derechista" de la cuenta de gastos e ingresos. El representante de HB, Xabier Olano, acusó al Gobierno foral tripartito de "hipotecar" el margen de maniobra del Ejecutivo que se conforme tras las elecciones que se celebrarán el próximo año. En este sentido, insistió: "Tendremos que cambiar estos presupuestos para que sean útiles a la construcción nacional", y aseguró: "Tenemos constancia de que en algún departamento foral hay un mandato para comprometer todo el gasto de inversión antes de que se celebren las elecciones". Olano, quien declaró que "el tren de Lizarra aún no ha llegado aún a la Diputación", sugirió además la existencia de corruptelas en la Diputación, aunque matizó: "No las denunciaremos mientras no tengamos pruebas. por ahora sólo tenemos la convicción moral". Esta imputación fue duramente contestada por el portavoz de EA, Imanol Murua, quien le reprochó que hiciera "afirmaciones tan graves". "A Olano sólo le ha faltado decir que vamos a cometer pufos en lo que queda de legislatura", señaló Situación "inmejorable" Victoriano Gallastegi (PNV) y José Morcillo (PSE) defendieron que la legislatura va a concluir con el cumplimiento de los objetivos que se marcaron en 1995, es decir, la reducción del déficit y de la deuda, el rigor en el gasto corriente y el mantenimiento del nivel de inversión. Gallastegi concluyó que los resultados han sido "espectaculares, lo que nos conduce a una situación financiera inmejorable". Jon Lasa (IU) criticó al tripartito porque no aceptó ni una sola de las enmiendas de HB e IU y agregó: "Ustedes han convertido la democracia en puro trámite. No importa ni la calidad ni la calidad de las razones que se expongan". Álvaro Moraga (PP) también censuró que en un presupuesto de 75.000 millones de pesetas el tripartito aceptara sólo cuatro enmiendas populares, por un importe total de tres millones de pesetas.
