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Las autoridades mexicanas permitieron a los bancos maquillar sus resultados

Juan Jesús Aznárez

La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) mexicana permitió en el tercer trimestre de este año que los bancos "maquillaran" sus resultados y no reportaran las pérdidas sufridas por la abrupta subida de los tipos de interés, tras las convulsiones de los mercados internacionales este verano. Lo hizo después de haber prometido a los medios financieros nacionales e internacionales que demostraría claridad y transparencia para no causar una crisis como la que llevó al desastre de 1995, según la denuncia efectuada ayer por el diario Reforma, que reconoce a la CNBV haber aplicado hasta entonces los criterios de transparencia exigidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y aceptados mundialmente.Pero a partir del 26 de octubre, y con efectos retroactivos al primero de julio, la CNBV, dirigida por Eduardo Fernández, permitió que en su contabilidad los bancos cambiaran el valor de algunos activos para no exhibir pérdidas.

De acuerdo con la documentación publicada por el rotativo, la operación se efectuó de la siguiente manera: los bancos, como normalmente hacen, compraron en junio certificados del Tesoro a 91 días, así como otros bonos. Pero como los tipos de interés se dispararon, los certificados perdieron gran parte de su valor. Cuando los bancos, al cierre del tercer trimestre, debieron informar sobre sus balances, los saldos eran negativos.

Las autoridades económicas permitieron entonces que no anotaran los certificados del Tesoro al valor del mercado, sino al de adquisición. El objetivo era evitar que la inestabilidad financiera afectara a la capitalización de los bancos. Tras la publicación de la denuncia, la CNBV afirmó que "se instrumentaron condiciones que permitieron a las instituciones valorar algunas posiciones en activos financieros a coste de adquisición, más intereses no cobrados".

Los analistas consultados piensan, sin embargo, que la decisión de las autoridades económicas constituyó de hecho una táctica para que los bancos no reflejasen el enorme quebranto provocado en su compra y venta de valores.

La noche del sábado, después de meses de crispados debates, el oficial Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el conservador Partido de Acción Nacional (PAN) aprobaron en el Congreso que los 65.000 millones de dólares (más de nueve billones de pesetas) desembolsados por el Gobierno para salvar el sistema bancario del colapso en 1995 sean asumidos como deuda del Estado.

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