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Núñez mantiene a Van Gaal

La junta del Barcelona asume que la continuidad del técnico se trata de una decisión impopular

Àngels Piñol

"Somos conscientes de que es una decisión impopular, frustrante y que no concuerda con el deseo de los socios y con el clamor del estadio. Pero no podemos dirigir el club con un pañuelo en la mano". Josep Maria Antrás, portavoz de la junta del Barça, confirmó anoche la noticia: Louis Van Gaal seguirá en el banquillo pese a la grave crisis que arrastra el equipo. Antrás dijo que un relevo no aportaría nada -"Sería peor el remedio que la enfermedad"- y añadió que sólo despedirán al holandés cuando comprueben con la cabeza y no con el corazón que el fracaso es irreversible.Después de tres horas de reunión, Antrás compareció ante la atestada sala de prensa, en los vestuarios del Camp Nou, para informar de que Van Gaal continuará en el cargo pese a que el Barça es décimo y está a cinco puntos de la promoción. "No hemos tomado, evidentemente, una decisión como las que se han propugnado (la de la destitución). Queremos seguir teniendo confianza en el entrenador y en este equipo", explicó. Antrás hizo un esfuerzo por expresar que la directiva era comprensiva con la reacción de los aficionados, que pidieron el domingo tanto la salida del técnico como la del presidente, pero matizó que debía primar ante todo la serenidad y la responsabilidad. Y para reforzar su tesis, aludió al despido de Cruyff: "Recuerdo que en otras ocasiones, no nos tembló la mano".

"Que nadie se crea que somos impasibles ante lo que ocurre", dijo Antrás con gesto grave tras reconocer que incluso en el seno de la junta hubo inicialmente voces contrarias a Van Gaal, aunque finalmente el acuerdo fue unánime. "Pero el remedio que se nos pide es peor que la enfermedad". ¿Qué tiene que pasar para que Van Gaal sea despedido?, se le preguntó entonces. "Pues que sintamos con la cabeza y no con el corazón que el fracaso del proyecto es irreversible". Luego añadió que no pesa ningún ultimátum sobre el holandés -"No se trata de que gane seis u ocho partidos: Su situación dependerá de muchos factores"- y no quiso especular sobre si la situación podría dar una vuelta de tuerca si el Barça pierde el domingo en Valladolid. "No se trata de que tenga un crédito ilimitado porque tampoco nunca lo ha tenido", dijo.

Confirmado el holandés en el puesto, Núñez tampoco hizo el menor gesto por atender la petición de la grada que clamó por su dimisión. "No se ha planteado en la reunión, pero estamos en condiciones de parar y no hay nada que nos aferre al cargo. Tenemos un mandato confirmado por los socios y la actitud más cómoda sería la de marcharnos", dijo el portavoz, que añadió:

"Nosotros asumimos toda la responsabilidad", admitió. "El proyecto político es de la junta y no vamos a rehuir nuestra responsabilidad por unos malos resultados".

No escondió tampoco la hostilidad que despierta Van Gaal entre los socios. Antrás reconoció que la situación ha empeorado: La junta admitió hace un mes que Van Gaal tenía un grave problema de química con la afición y la directiva aceptó anoche que ahora ha ido a peor. "Es totalmente cierto", admitió Antrás. "Somos conscientes de ello pero no toda la culpa es del entrenador. Hemos tenido muchos lesionados y tampoco querría escudarme en la mala suerte. Pero ante el Villarreal tuvimos entre 10 o 12 ocasiones y ellos, con pocas, lograron tres goles".

Tras dar su confianza absoluta al entrenador -"También mantuvimos a Cruyff en 1990 en una situación muy crítica y luego trazó una de las etapas más brillantes del club"-, la junta se propone ahora entablar un profundo diálogo con el técnico y los jugadores para que esa confianza fructifique y se supere la crisis. Antrás aludió a que no se había hablado de ningún futbolista en concreto, aunque miembros de la junta no han ocultado en algunas ocasiones que los jugadores no se entregan por completo. Van Gaal comentó precisamente ayer a su plantilla que se sentía cansado de ofrecerles su apoyo en público y de no encontrarlo después en el césped. El propio Núñez tiene previsto reunirse en los próximos días con Guardiola, Figo y Rivaldo.

Pero la directiva tiene ante sí una tarea titánica. Tras desnaturalizar la plantilla, el vestuario está formado, a grandes trazos, por tres grupos distintos: los holandeses, muy identificados con su técnico; los brasileños, que están tremendamente distanciados de Van Gaal, y los españoles, con una postura más neutral.

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