_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

No tan "aislado"

A raíz del luctuoso incidente que costó la vida al hincha de la Real Aitor Zabaleta, oí decir en televisión al presidente del Senado, Juan Ignacio Barredo, que se trataba de un "hecho aislado, sin ningún contenido político". Declaraciones como éstas dejan bien a las claras la utilidad de la Cámara que representa y la nula cultura política que existe en este país. Categorizar este hecho como "aislado" y fuera de toda conceptualización política sería como asegurar que los descerebrados fascistas que acabaron con este muchacho viven aislados en una burbuja de objetividad que no recibe nada de la sociedad que les rodea. Si no nos quitamos la venda, seguiremos sin ver que vivimos en una sociedad enfrentada y enferma, en la que sólo los lazos del diálogo pueden hacernos más humanos. Y en la que frases como "la indisolubilidad de España" no contribuyen a apaciguar nada, ya que España no es un elemento químico, sino una construcción artificial que se puede y se debe cambiar y transformar al servicio de los ciudadanos.- Borja Marcos. Sestao.

Publicidad engañosa

Se está emitiendo en los diferentes medios de comunicación una gran campaña de publicidad de la empresa General Óptica cuyo mensaje es: "En General Óptica te damos 3.000 pesetas por tus gafas viejas". La intención de esta campaña, según la publicidad, es hacer llegar estas gafas viejas a países subdesarrollados. Después de reflexionar sobre este mensaje, a priori muy altruista, me pongo a indagar y descubro que ni las tres mil pesetas son tales y que detrás de esta campaña hay un claro negocio. Las tres mil pesetas son un talón (vale) interno. Que yo sepa, el vale que sirve para canjear no es moneda fraccionaria. Quien lleve sus gafas viejas tiene que saber que no se le van a dar tres mil pesetas, sino un vale que podrá hacer efectivo en forma de descuento si compra un par de gafas nuevas cuyo importe supere las 12.000 pesetas. Esta es la auténtica realidad. Pero lo más triste es emplear este engaño y especular con países pobres para conseguir sus objetivos, su negocio. El mensaje publicitario no es real, por tanto es engañoso. Si realmente se quiere ayudar a personas con dificultades en los países pobres, ¿por qué no prueban a pedirnos a quienes somos poseedores de gafas viejas que las entreguemos gratuitamente? Les aseguro que no sería una sorpresa para la empresa la solidaridad que se iban a encontrar. Claro que ya no haría negocio, pues la campaña dejaría de tener un sentido de rentabilidad.- Carlos Carracedo Corral. Presidente del Movimiento Solidario Vasco. Bilbao.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_