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Rivaldo propina un codazo a Guardiola tras una dura entrada

El jugador brasileño no quiso disculparse y luego criticó el juego del Barça

Àngels Piñol

Los nervios cunden en el Camp Nou. El autoritarismo de Louis Van Gaal, técnico del Barça, empieza a flaquear. Nunca en la temporada y media que lleva en el Camp Nou se habían producido piques violentos en los ensayos. Quizás no es casualidad que afloren en la semana en la que tendrán que convivir con una especie de ultimátum. El incidente se produjo en el ensayo de ayer, en el campo de La Masia, cuando Guardiola hizo un par de entradas, una que rozó la violencia, sobre Rivaldo, que le respondió con otra y zanjó la espiral con un codazo. Van Gaal intentó sembrar paz pero fracasó. El brasileño rechazó el brazo conciliador del entrenador y Guardiola liberó a éste de que mediara en el intento de exigir disculpas. Tampoco Rivaldo quiso pedir perdón. Todo empezó durante un partidillo de entrenamiento en el que el equipo de teóricos titulares (que lucían un peto de color naranja y en el que figuraban Rivaldo, Xavi, Sergi, Cocu, Reiziger, Kluivert Zenden, Ciric y Busquets) se enfrentó al de suplentes, entre los que se encontraban Figo -cumplirá sanción el sábado en La Coruña, ante el Deportivo- y Guardiola, que está a un paso de su reaparición y que parecía ayer especialmente motivado.Fue entonces cuando el capitán hizo dos entradas consecutivas al brasileño. El incidente pareció quedarse ahí. Incluso en un breve parón para beber agua, ambos futbolistas se estrecharon la mano. Pero cuando el partidillo se reanudó, Rivaldo cometió primero una entrada sobre Guardiola y luego le propinó un codazo que le tumbó. El partido quedó interrumpido y el grupo dirigió miradas de perplejidad y asombro al brasileño. Van Gaal le tomó la mano y Rivaldo, huidizo, buscó justificarse. El holandés no le expulsó del entrenamiento. Muy diferente fue su actitud hace un año cuando por bastante menos envió al portugués Fernando Couto a la ducha. Y ahora ni siquiera consiguió que Rivaldo se disculpara.

No habló el capitán, pero sí lo hizo el brasileño. "En situaciones como éstas, a veces los jugadores estamos un poco violentos...", dijo. ¿Has pedido perdón a Guardiola?, se le preguntó. "No,..no hace falta. Está ya olvidado", dijo con una mirada rasgada que aún transmitía rabia. ¿Y te ha comentado algo Van Gaal?, se le insistió. "No, no me ha dicho nada. Que tenemos que trabajar", añadió.

Rivaldo, sin embargo, no calló ante la profunda crisis que asola al Barça y que ha colocado a Van Gaal contra las cuerdas. Rivaldo, que vio el partido del sábado desde la grada al cumplir sanción, expuso una dura crítica sobre el juego del Barça. Fue muy diferente su actitud a la de sus compañeros, que un día antes habían confesado su impotencia tras perder ante el Atlético. "La gente tenía razón al quejarse. El Barça tiene que imponer nuestro ritmo. Tenemos que salir alegres al campo y disfrutar. Marcar goles y tener ocasiones. Nos cuesta mucho tener posibilidades y, en cambio, nuestros rivales, con mucho menos esfuerzo, consiguen batirnos. Con 120.000 personas en el campo no podemos perder". Rivaldo, que levantó el partido del Manchester, matizó que no estaba juzgando la táctica de Van Gaal. "No nos podemos estar quietos porque este equipo es muy grande. Tenemos que presionar más e ir al ataque". Y admitió que el partido ante el Deportivo -"un gran rival", dijo- les pone las cosas aún más difíciles.

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