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Entrevista:

"Es una falta de respeto comparar a Castro con Pinochet"

Sara González iba para profesora de música, pero en su camino se cruzaron Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, quienes la incitaron a cantar en el grupo de experimentación sonora Icaic. Entonces abandonó su vocación y comenzó una carrera como cantante en cuyo origen ya figura el honor de ser fundadora de la Nueva Trova cubana. Hoy presenta en Amorebieta (Zornotza Aretoa, 21.00) las canciones de su quinto elepé, Mírame, un trabajo grabado para la discográfica española Crin por una artista enamorada de Cuba -"en todos los países me siento extranjera"-. Su visita dejará el recuerdo de una genuina intérprete de boleros, guajira, son y timba (son acelerado). Pregunta. ¿Qué hace especial a Mírame? Respuesta. No es ni el mejor, ni el peor, ni el más extraordinario de mis discos. Pensando en una persona que lleva muchos años trabajando y que es miembro fundador del movimiento de la Nueva Trova, lo especial es que es la primera vez que puedo hacer un disco para España. P. ¿Por qué ha grabado tan pocos elepés? R. Porque el trabajo que más me gusta es el del escenario, el de cantar en vivo y hacer giras. Sólo grabo cosas que llevo ya mucho tiempo madurando, canciones que conozco mucho y manejo bien. P. ¿Qué es exactamente la Nueva Trova cubana? R. El trovador es parte de la cultura cubana, como el flamenco pertenece a la española y el country a la norteamericana. El fenómeno que identifica a la Nueva Trova como movimiento es que surge en los años sesenta, cuando hay un cambio en el país a raíz de la Revolución Cubana del 59. Ésta trae una revolución en todos los sentidos: sexual, sociológica, familiar... Y, claro, los trovadores rompimos con todos los cánones que había, sobre todo con la cosa de los textos y la poesía. P. ¿Vive en un entorno adecuado para crear canciones? R. Vivo en un ático desde el que veo toda la bahía de La Habana. Soñar es muy bonito, pero lo que vivo es lo más me inspira. La vida tiene todos los motivos de inspiración. Pasan cosas todos los días, el mundo está convulso y hay tantas cosas por hacer... Hay que buscar vías para expresar lo que uno siente: la rabia, la alegría, la denuncia. P. ¿Cree que alguien se atrevería a hacer con Fidel Castro lo que está sucediendo con Augusto Pinochet? R. Es una falta de respeto querer compararles. Las personas que puedan pensar en cualquier momento que hay algún paralelismo son muy ignorantes. De una ignorancia suprema. Y no lo digo tan sólo por defender a Fidel, al que respeto, admiro y quiero muchísimo, sino por respeto a 11 millones de habitantes que viven en una isla y nunca permitirían vivir bajo el dominio de un hombre que hiciera nada más que la cuarta parte de lo que hizo Pinochet.

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