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El PSOE censura al Gobierno por denunciar al fiscal de Medio Ambiente

La denuncia que la viceconsejera de Medio Ambiente, Sylvia Enseñat, presentó contra el fiscal de Medio Ambiente, Emilio Valerio, supone un ejemplo de incongruencia en la trayectoria del Gobierno regional. Así lo entiende el portavoz del PSOE en la Asamblea para asuntos medioambientales, Armando García, quien ayer reprochó al Ejecutivo de Alberto Ruiz-Gallardón que "dificulte el trabajo del fiscal de Medio Ambiente en lugar de trabajar codo a codo con él, como sería lo lógico".

Enseñat presentó a finales de septiembre una denuncia contra Valerio por entender que había obrado con mala fe al denunciar la actuación urbanística de la Comunidad en el alto de Guarramillas, a más de 2.000 metros de altitud. En ese punto se ha instalado un nuevo telesilla y se construirá un refugio para esquiadores y montañeros.

Pese a las críticas de la oposición, el consejero de Medio Ambiente, Carlos Mayor Oreja, confirmó que la actuación judicial emprendida por su más estrecha colaboradora no es una denuncia a título particular, "sino la de un miembro del Gobierno avalada por este consejero y por el Consejo de Gobierno en pleno".

El parlamentario socialista y su homólogo en las filas de IU, Julio Setién, criticaron el "destrozo medioambiental" que va a sufrir Guarramillas -en el límite del parque regional de la Cuenca Alta del Manzanares- y se mostraron temerosos de que el permiso de construcción de un puesto montañoso "suponga el inicio de la urbanización de las montañas madrileñas". Setién y García encontraron "reprobable" que una actuación de esta trascendencia se haya tramitado sin una declaración previa de impacto ambiental, momento en el que el diputado del PP Pedro Calvo aportó un asidero a su consejero. "La exclusión de declaración es una posibilidad legal. Y exenciones de este trámite se recuerdan hasta con vertederos", espetó Calvo, aludiendo, sin nombrarlo, al caso de Colmenar Viejo.

Esquiadores en peligro

Mayor Oreja defendió que el nuevo telesilla es indispensable para preservar la integridad de los usuarios, "puesto que con las anteriores instalaciones había veces que los esquiadores permanecían colgados diez minutos, expuestos a los golpes de viento". Además insistió en que el futuro refugio no sería un restaurante, "aunque no voy a entrar en si ofrecerán a sus visitantes un caldito o unos huevos fritos con chorizo".Setién no dejó pasar la ocasión para afilar su ironía. "Lo de montar telesillas para tomar huevos con chorizo es una de esas cosas peregrinas que suceden en la Comunidad de Madrid. A lo mejor, todo esto tiene que ver con la escasa afición del consejero al senderismo", apuntó. Calvo contraatacó: "Pensar que en Guarramillas se iba a construir un restaurante es un ejemplo de la imaginación de la izquierda. Nadie va a un restaurante en telesilla, pero se ve que ustedes no son muy aficionados al esquí".

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