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Blair defiende la intimidad de sus ministros tras la polémica por la presencia de homosexuales en el Gobierno

El secreto en torno a las preferencias de los ministros, parlamentarios, y políticos en general del Reino Unido está garantizado. No importa si sus gustos son o no ortodoxos. El Gobierno laborista de Tony Blair ha extendido un velo protector sobre la presunta homosexualidad de algunos miembros del Gabinete tras los recientes escándalos descubiertos por la prensa sensacionalista. Según los cálculos, más o menos fundados, de esos medios se elevan a cuatro el número de ministros gays en el círculo más próximo del primer ministro.Un portavoz del número 10 de Downing Street, la residencia del primer ministro británico, ha señalado que el Gobierno no se plantea el estudio de nuevas leyes para proteger la intimidad de aquellos de sus miembros que pudieran sufrir las consecuencias de iniciativas como la lanzada por el tabloide sensacionalista The Sun que provocó la confesión pública de su homosexualidad del ministro de Agricultura, Nick Brown. Brown se convirtió en el cuatro ministro que sale del armario desde que los laboristas llegaron al poder.

Todos en el Reino Unido sabían que el ministro de Cultura, Chris Smith, era homosexual porque jamás ocultó su relación con el joven con el que comparte techo y lecho desde hace tiempo. Siempre se sospechó que Peter Mandelson, el titular de Industria y Comercio, prefería la compañía masculina. La sorpresa la ofreció el episodio protagonizado hace dos semanas por el ministro para Gales, Ron Davies, que buscaba nuevas amistades en Clapham Common, el parque al sur del Támesis frecuentado por los llamados cottagers, hombres ansiosos de mantener contacto sexual en los urinarios públicos. Davies fue más tarde asaltado por dos rastas, un incidente que él mismo describió eufemísticamente como "una gran falta de juicio" que le costó el puesto y su segundo matrimonio. El cuarto caso estalló el pasado fin de semana tras conocerse la noticia de que el ministro de Agricultura admitía haber tenido encuentros homosexuales.

Downing Street ha rehusado declarar específicamente si el primer ministro sabía de la condición de homosexual de algunos de sus colaboradores. Pero ha dejado claro que ese aspecto, la naturaleza de la sexualidad individual, nunca ha sido considerada como un mérito o demérito para formar parte del Gabinete.

El sensacionalista The Mirror preguntaba ayer a los británicos si quieren o no saber la sexualidad de sus políticos. Fue una pregunta un tanto tardía ya que el diario The Guardian publicaba ayer mismo los resultados de una encuesta según la cual la mayoría de los consultados asegura que no le interesa la orientación sexual de los políticos. Eso debió suponer un alivio para la BBC, ya que poco antes, en un programa de televisión, el ex parlamentario conservador Matthew Parris, hoy columnista de The Times, señaló a Mandelson como "uno de los ministros gay del Gabinete Blair" a pesar de que responsables de la cadena pública habían decretado una virtual censura contra cualquier sugerencia sobre Mandelson.

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