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Más de 7.000 trabajadores, despedidos en Honduras

ENVIADA ESPECIALLa ayuda de la comunidad internacional ha comenzado a fluir con agilidad hacia Honduras a medida que se van conociendo las dimensiones de la catástrofe provocada por el huracán Mitch. Y esas mismas dimensiones han llevado a la compañía transnacional Tela Railroad a anunciar "la suspensión indefinida de labores" de 7.300 trabajadores de sus plantaciones de plátano. Son dos facetas de una misma tragedia que ha dejado a Honduras a la deriva. El país, reducido a escombros, busca ahora vías para la reconstrucción.

El cultivo del banano, una de las principales riquezas de Honduras, ha sido precisamente el más afectado por las lluvias dejadas por Mitch. Las fincas bananeras de Tela y de Standard Fruit, en el norte del país, han quedado completamente anegadas. La Standard no ha cuantificado todavía los daños, pero había previsto exportar este año 18 millones de cajas. Más prolija, Tela asegura que sus pérdidas ascienden a 200 millones de dólares (unos 28.000 millones de pesetas), entre infraestructuras, la fruta lista para la exportación y el coste de reconstrucción de las fincas dañadas. Después de los cálculos ha venido la solución práctica: los 7.300 trabajadores de la compañía quedan en la calle hasta nueva orden.

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El anuncio ha sido acompañado con medidas como otorgar a cada empleado una donación de 1.800 lempiras (unas 20.000 pesetas) y ofrecer préstamos de 1.120 lempiras mensuales, que podrán ser devueltos sin intereses una vez que la bananera reinicie sus labores. Los trabajadores podrán seguir en las viviendas que ocupan. Pero ni estas "facilidades" ni la oferta de Tela de destinar su flota de barcos para el traslado de ayuda desde EEUU a Honduras han logrado disipar el amargo sabor de boca que ha dejado su decisión. La suspensión de la producción bananera es un durísimo golpe para la economía nacional. Con unos ingresos per cápita que no superan los 700 dólares anuales (unas 70.000 pesetas), Honduras está, como Nicaragua, en el furgón de cola de Latinoamérica. Y apenas comenzaba a levantar cabeza.

La ministra de Finanzas, Gabriela Núñez, afirmó ayer que el Gobierno buscará nuevas fuentes de inversión y pedirá a los organismos financieros internacionales "la reorientación de los fondos ya aprobados". Varias organizaciones hondureñas han pedido al Gobierno que luche, como Nicaragua, por la condonación de la deuda externa, que alcanza los 4.000 millones de dólares y que absorbe entre el 30% y el 40% de su presupuesto.

De ello podrá hablar la ministra Núñez con Michel Camdessus, presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI), que visitará Honduras el día 19. Entretanto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) otorgará un préstamo de 160 millones de dólares para un programa de reconstrucción de la infraestructura nacional.

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En estos días los aviones de carga y los helicópteros sobrevuelan sin parar los cielos hondureños. La ayuda de la comunidad internacional se destina principalmente a las zonas norte y sur del país, que, junto a la capital, han sido las más castigadas por las inundaciones.

Según los balances más recientes, Mitch ha dejado en Centroamérica una estela de 11.000 muertos. De ellos, 6.576 se han contabilizado en Honduras, donde también hay 10.000 desaparecidos y más de un millón de damnificados.

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