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Castro: "Nunca pude imaginar que iba a tener una relación tan buena con un rey español"

El presidente de Cuba, Fidel Castro, dedicó ayer un elocuente y sentido elogio al Rey de España al término de un imprevisto desayuno de trabajo que se prolongó durante cerca de una hora. "Nunca había podido imaginar que iba a llegar a tener tan buena relación con un rey español", afirmó Castro en presencia de Don Juan Carlos. El presidente cubano pidió que se hable menos de la visita del Rey a Cuba, en un intento de proteger al máximo la celebración de esa visita, deseada por ambos y aplazada hasta ahora por diversos motivos.

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Asimismo, fuentes españolas confirmaron que el líder cubano iniciará hoy una visita de dos días a Extremadura, invitado por el presidente de la junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y visitará las ciudades de Mérida, Badajoz, Cáceres y Trujillo. Castro reveló ayer que había consultado a José María Aznar sobre su visita. "En cuanto pude informé a Aznar, quien mostró su conformidad inmediatamente con esta visita, que será muy breve", dijo. El Rey, acompañado por el ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, recibió a Fidel Castro y al canciller cubano, Roberto Robaina, en el mismo lugar donde, apenas veinticuatro horas antes, se había reunido Aznar con el presidente cubano. La celebración de ambos encuentros, en un plazo tan breve, refleja el excelente momento por el que atraviesan las relaciones hispano-cubanas. Matutes y Robaina abandonaron el desayuno a los veinte minutos de haber comenzado, lo que permitió al Rey y a Castro hablar a solas durante más de media hora.

Castro, que se mostró muy locuaz con la Prensa española que le esperaba a la salida y cuya voz se resentía tras el discurso de dos horas y media que pronunció la noche anterior en un acto político ante miles de simpatizantes, quiso dejar constancia de su extraordinaria simpatía por el Rey. Destacó su "brillante papel y la extraordinaria página de servicios al proceso político de España". Castro remachó: "Puedo decirlo con los ojos cerrados. Es una persona especialmente agradable, amistosa y simpática. La verdad es que tuvieron ustedes la suerte de contar con un Rey excepcional".

Cautela y prudencia

Sobre la próxima visita del Rey a Cuba, Castro se mostró, sin embargo, extremadamente cauto y prudente, al revés que en otras ocasiones. "Es un tema muy delicado y sobre esos temas no hay que estar hablando. El Rey va seguro a la Cumbre [Iberoamericana] de La Habana y de lo demás no hay que hablar, sino trabajar, darle tiempo al tiempo". Don Juan Carlos, preguntado sobre si se había hablado de las fechas de su visita, respondió que, durante el encuentro, sólo habían cambiado impresiones sobre la cumbre de La Habana. Cuba es el único territorio de Iberoamérica que el rey de España no ha visitado en sus 22 años de reinado y por el que no ha ocultado privadamente su deseo de visitarlo. El sábado, al entrar en el hotel de Oporto en el que se alojaba, y en respuesta a una pregunta de un periodista cubano exilado, el Rey confesó su deseo de visitar la isla, en lo que fue interpretado por algunos medios como un anuncio de su visita. Fuentes del Gobierno recordaron ayer que las visitas de Estado del Rey son decididas por el Ejecutivo, que es el encargado de negociar los detalles de los viajes y anunciar oficialmente las fechas de la visita.

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El presidente cubano tampoco quiso comentar las fechas más probables para el viaje y se limitó a decir que serán las que mejor convengan al Rey. "Puede ser en invierno, en primavera, pero no se trata de una visita para participar en la cumbre. Lo que nos agradaría es que pudiera viajar antes de la cumbre para poder recibirlo con todos los honores que se merece. No es lo mismo recibir sólo al Rey que recibirlo junto a una veintena de jefes de Estado y de Gobierno. Es nuestro deseo que fuera antes de la cumbre".

En un acto multitudinario ante miles de simpatizantes, organizado en un localidad próxima a Oporto, Castro, afirmó que "los yanquis están rabiosos de que se celebre en Cuba, pero casi todos los jefes de Estado ya han dicho que van a participar". El premio Nobel de Literatura, el escritor portugués José Saramago, apareció junto a Castro en el estrado del acto.

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