La izquierda anuncia a Cardoso un estallido social si consigue mañana la reelección
El presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, no va a poder disfrutar por mucho tiempo las mieles del triunfo, que le auguran todos los sondeos de intención de voto en las elecciones de mañana. Las medidas económicas que tendrá que adoptar urgentemente, debido a la delicada situación económica por la que atraviesa el país, no pueden demorarse demasiado. La alianza de izquierdas y el Movimiento de campesinos Sin Tierra (MST) aseguran que la recesión económica, el desempleo y la marginación que sufren millones de brasileños provocarán un estallido social.
El coordinador y cabeza visible del Movimiento de los campesinos Sin Tierra (MST), João Pedro Stedile, ya ha advertido al presidente Cardoso de que su organización no va a darle ni un minuto de paz. "Vamos a hacer que Cardoso se arrepienta de haber ganado las elecciones", ha declarado Stedile a la prensa extranjera.El modelo económico adoptado por Cardoso es peligroso, ya que, según Stedile, ha provocado la exclusión social de una parte muy importante de la población.En su opinión, si el presidente no termina de entender que tiene que cambiar su programa económico, el MST va a utilizar todos los mecanismos de que dispone para organizar a 30 millones de pobres de Brasil contra Cardoso.
A partir de las próximas semanas, los medios de comunicación no van a poder seguir ocultando la crisis, que ya está empezando a afectar a los bolsillos de los ciudadanos, según ha advertido un estrecho colaborador de la campaña electoral del candidato de la alianza de izquierdas, Luiz Inacio, Lula, da Silva. La oposición baraja la posibilidad de que la alianza de partidos de izquierda que se ha formado para estos comicios se mantenga en el futuro de manera estable.
No sólo en el ámbito parlamentario, sino que incluso prevé la creación de un frente unido -al estilo de Argentina- para, entre otras cosas, apoyar y encabezar manifestaciones populares en las ciudades durante los próximos meses. La izquierda quiere sumarse así a las protestas que llevan a cabo en los últimos meses los campesinos del MST. Según la misma fuente, el año que viene podrían vivirse en Brasil situaciones parecidas a las que se están viviendo actualmente en Ecuador y Perú.
"El Gobierno de Cardoso tiene que dar gracias a Dios porque el MST ha podido controlar la situación en el campo sin causar demasiados tumultos, pero a partir de ahora la situación se puede descontrolar y el hambre que el pueblo va a pasar en los próximos años puede hacer explotar el país", advierte Stedile. El MST, que desde 1978 representa a más de cuatro millones de campesinos y se ha implantado en 22 Estados brasileños, organiza ocupaciones de haciendas improductivas para presionar al Gobierno para que impulse la reforma agraria. El MST está fuertemente influido por la Iglesia católica, por cuyos seminarios han pasado varios de sus líderes.
