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Entrevista:

PATRICIA BUTIRICA SINDICALISTA COLOMBIANA "Estamos negando el futuro a los niños que trabajan"

Patricia Butirica (Santa Fe de Bogotá, 1952) es una sindicalista colombiana que lleva 20 años luchando por los derechos de los trabajadores. Maestra de profesión, comenzó su labor reivindicadora dentro del sector docente. Ahora, y desde hace seis años, es directora del Departamento de la Mujer de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), organización que agrupa a los sindicatos colombianos. Desde su cargo, y como reza el lema de las jornadas en las que intervino el pasado viernes en Bilbao, trata de "hacer entender al mundo entero que los derechos laborales son derechos humanos". Pregunta. ¿Cómo se puede concienciar a países y dirigentes de que los derechos laborales son derechos humanos? Respuesta. Diciéndoles que uno de los derechos humanos más importantes es el derecho a la vida. Y éste incluye que la persona que trabaja lo haga por un salario digno que le debe permitir vivir y no sólo subsistir; tener unas condiciones de salud, educación, vivienda, etcétera, adecuadas. P. Un ejemplo claro de esta falta de concienciación es la explotación infantil. R. Así es. El hecho de que los niños trabajen y que no tengan tiempo o medios para estudiar es una violación de sus derechos más básicos. Les estamos negando su futuro. Pero a los capitalistas sólo les importa cómo producir más barato. Y los niños son la mano de obra más barata. P. ¿Cuál es la solución a este problema? R. La solución es difícil. En muchos casos, si el niño no trabaja, no come. En Colombia, un 20% de la población infantil trabaja para que sus familias puedan sobrevivir. Eso significa que, antes que nada, hay que subsidiar a los padres para que tengan un trabajo justamente remunerado. P. ¿En qué punto se encuentra la reivindicación de los derechos laborales en Colombia? R. Bueno, la situación ha empeorado tanto que los derechos laborales en Colombia son casi inexistentes. La Seguridad Social se ha perdido y los salarios han descendido escandalosamente. Pero lo más grave son las dificultades que existen para el ejercicio sindical. Por promover huelgas o manifestaciones, los sindicalistas son despedidos, y pueden ser condenados, como terroristas, a más de ocho años de cárcel. P. ¿Cómo influye en esta situación el conflicto armado que vive Colombia? R. En lo que va de año, son ya más de 155 los sindicalitas asesinados. Y otros muchos están desaparecidos o han tenido que huir del país. P. ¿Qué siente cuando oye hablar en España de la implantación de la semana laboral de 35 horas? R. Un deseo loco por llegar a la misma situación. Ahora, en Colombia, la semana laboral es de 48 horas, pero no están incluidas ni las horas extras ni los dominicales. Así, los empresarios quedan libres de pagar éstas últimas.

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