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ELECCIONES EN ALEMANIA

Schröder propone un Gobierno "rojiverde"

El sucesor de Kohl pide a los ecologistas renunciar a "exigencias exageradas" y apoyar un "programa razonable"

El Partido Social Demócrata de Alemania (SPD), que cosechó una sólida victoria en las elecciones del pasado domingo, ofreció ayer al partido ecopacifista Los Verdes iniciar negociaciones para formar una coalición gubernamental. Los ecologistas aceptaron el envite. Las negociaciones comenzarán este viernes y se espera que concluyan antes de la solemne constitución del nuevo Parlamento Federal (Bundestag), que tiene de plazo un mes, hasta el próximo 27 de octubre. Mientras tanto, los vencidos, la Unión Cristiana Democrática (CDU), encabezada por Helmut Kohl -el gran perdedor de los comicios, tras 16 años en el poder- y su socio menor, la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), sacaban conclusiones de su inapelable derrota.

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Uno de los ejes de la finalmente exitosa campaña electoral de Gerhard Schröder fue la importancia que concedió a la constitución de un gobierno estable con una mayoría confortable. Ahora se lo puede permitir, al contar con los votos acumulados por su propio partido, el SPD, y Los Verdes (40,9% y 6,7%, lo que se traduce en 298 y 47 diputados, respectivamente). Schröder consideró ayer que una ventaja de 21 escaños respecto a la oposición es una mayoría sólida, pero advirtió a Los Verdes contra posibles "exigencias exageradas" a la hora de pedir puestos ministeriales en el nuevo Ejecutivo federal. "Las condiciones se han completado, de tal forma que las negociaciones para una coalición [de gobierno] con Los Verdes son la consecuencia lógica de las elecciones", declaró ayer el futuro canciller federal. Schröder añadió que confiaba en que "un programa razonable" podría llevarse a cabo con la colaboración de los ecologistas.El futuro canciller confirmó que el empresario Jost Stollmann, apodado el Bill Gates alemán tras obtener una gran fortuna con la venta de su empresa de informática a una compañía estadounidense, estará en el Gabinete, aunque no precisó en qué cargo. Schröder se negó a dar más nombres y manifestó que había instruido a los miembros de la dirección del SPD para que mantengan la reserva y se abstengan de especulaciones sobre posibles ministrables. La misma táctica adoptaron Los Verdes. Ambos partidos quieren pasar a los nombramientos sólo después de haber llegado a un acuerdo de coalición. La diferencia en los resultados de los socialdemócratas y los de Los Verdes permite encargar la música al SPD, pero este partido quiere "jugar limpio", según manifestó ayer Franz Müntenfering, el responsable de la campaña electoral del SPD.

Tres condiciones

El SPD y Los Verdes tienen experiencia de lo que supone gobernar codo con codo a escala regional y se han preparado más de lo que se ha filtrado al público para cooperar en un Gobierno rojiverde federal. Schröder dijo que no veía dificultades insuperables para llegar a un acuerdo con Los Verdes y mencionó ayer tres condiciones para la coalición: asegurar la estabilidad económica, el orden público y la continuidad respecto a la política exterior. El futuro canciller federal de Alemania apareció ante los medios de comunicación en Bonn junto al presidente de los socialdemócratas y jefe de Gobierno de Sarre, Oskar Lafontaine, tras participar en una reunión de la directiva de su partido. Los dos líderes tratan de dar la impresión de que las diferencias que les distanciaban son cosa del pasado.Las negociaciones entre el SPD y Los Verdes movilizarán a un amplio frente de políticos de ambas partes. Por parte del SPD, encabezarán el equipo negociador sus dos primeras figuras, los propios Schröder y Lafontaine. Por parte de Los Verdes, tomarán parte el copresidente del partido, Jürgen Trittin, el portavoz del grupo parlamentario, Joschka Fischer, así como otros muchos miembros de la cúpula del movimiento ecologista. Los Verdes han exigido que sean especialmente nutridos los equipos que tomer parte en las conversaciones. Dadas las tradiciones asamblearias de Los Verdes, la comisión negociadora será confirmada el sábado en un minicongreso del partido.

Schröder, que evidenciaba ayer su buen humor, se mostró receptivo ante la petición de Los Verdes para que se proceda a una reforma del derecho de nacionalidad. El SPD y Los Verdes quieren facilitar la doble nacionalidad a los emigrantes tras un periodo de residencia en Alemania. El futuro canciller se manifestó ayer optimista sobre la posibilidad de poner en marcha las negociaciones de un Pacto por el Empleo y manifestó que piensa viajar a Francia, antes de ser elegido canciller, para entrevistarse con el presidente Jacques Chirac. A preguntas de un periodista, Schöder admitió la posibilidad de abordar allí el tema de la lucha contra el paro a escala europea. Con independencia del motivo, el viaje a Francia constituye una clara señal hacia París, donde la victoria de los socialdemócratas ha causado preocupación y existe temor a que Schröder pueda dar prioridad a una relación con el Reino Unido. Por eso, en su conferencia de prensa poselectoral, Schröder subrayó que el "eje" franco-alemán es "necesario", aunque necesita "un complemento". El mismo Schröder señaló que hay que animar a Londres a acercarse a Europa.

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Interpelado sobre si pensaba permanecer 16 años en el Gobierno, Schröder dio un fuerte golpe con la palma de la mano en la mesa y se echó a reír: "De ninguna manera", contestó, antes de añadir que es necesario hacer sitio a las generaciones más jóvenes. En tono de broma, Schröder se volvió hacia Lafontaine, sentado a su lado, y le dijo que él podía continuar en el cargo como representante de la juventud. No quedó claro, ante la expresión de su cara, si a Lafontaine le hizo gracia la broma.

Theo Waigel, el ministro de Hacienda del Gobierno federal saliente, siguió el ejemplo del canciller Helmut Kohl y anunció en Múnich su dimisión como presidente de la CSU, pese a que la noche anterior aseguraba contar con la confianza de su partido. Waigel, de 59 años, el ministro de Finanzas más veterano de la Unión Europea, deja así abierto el camino a su rival Edumund Stoiber, el jefe de Gobierno de Baviera. Waigel anunció en tono retador al nuevo gobierno alemán: "La CSU será la punta de lanza de la oposición en el Bundesrat (la cámara regional) y en el Bundestag".

En las recientes elecciones regionales la CSU consiguió, con el 52,9% de los votos, mantener la mayoría absoluta con la que gobierna en Baviera desde hace más de 30 años. Sin embargo, aquel resultado, cosechado sobre todo gracias a la buena gestión de Stoiber, no ha dado un impulso a la CDU en el resto de Alemania. Waigel, que pasará ahora a ser un "simple diputado", manteía unas relaciones especialmente tensas con Stoiber, que, tras el descalabro de Kohl en la histórica jornada electoral de domingo, se perfila como uno de los ejes de la oposición al nuevo equipo de socialdemócratas y ecologistas.

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