Los familiares de las víctimas son atendidos por psicólogos

El Pabellón Polideportivo de Melilla se convertirá hoy, a partir de mediodía, en escenario de un funeral ecuménico por las 38 personas fallecidas en el accidente aéreo ocurrido el viernes en las proximidades del cabo Tres Forcas. En él estarán representadas las cuatro religiones de la ciudad (católica, musulmana, judía e hindú) y será presidido por la infanta Elena y su marido, Jaime de Marichalar. Los familiares de las víctimas, destrozados emocionalmente, necesitaron ayuda de psicólogos. 34 de los 38 cadáveres están decapitados.

En el funeral sólo habrá nueve de los 38 féretros que ha dejado la tragedia aérea del viernes, ya que las familias de seis de los 15 fallecidos residentes en Melilla prefirieron velar a sus difuntos en la intimidad.Los 23 fallecidos que no tenían fijada su residencia en Melilla comenzaron a ser trasladados ayer a la Península en helicópteros militares y aviones de Iberia conforme iban siendo identificados. Las tareas de reconocimiento de los fallecidos se desarrollaron más rápido de lo previsto y anoche sólo quedaban dos cuerpos por identificar. Un equipo de diez forenses y varias unidades de Policía Científica llegados de Madrid, Málaga y Sevilla, trabajaron el viernes hasta las dos de la madrugada y reanudaron la tarea a las ocho de la mañana de ayer.

A mediodía, comenzaron a llegar féretros al Pabellón Polideportivo de Melilla, lugar señalado por las autoridades para que los familiares rellenasen la documentación necesaria para extender los certificados de defunción y tramitar el traslado de los cuerpos que iban a la península. En los pasillos desnudos de las instalaciones deportivas se vivieron los momentos de mayor dramatismo. La Delegación del Gobierno en Melilla había dispuesto a personal sanitario y psicólogos para atender a quienes lo necesitaran. Pero no daban abasto.

Atención a los voluntarios

"Hemos estado atendiendo a las familias y a los voluntarios que trabajaron en la recogida de cuerpos, que estaban también muy impresionados", comentó José María Benedicto, uno de ellos. Llevaba en pie prácticamente toda la noche. A las familias las habían estado acompañando en las residencias y hoteles de la ciudad donde las habían alojado las autoridades.En la jornada del viernes la confusión había desembocado en un cierto abandono de los familiares, pero ayer la atención fue exquisita. A las nueve familias de fallecidos residentes en Melilla que aceptaron velar a sus difuntos en el pabellón se les habilitaron pequeños velatorios privados aislados por biombos en las oficinas del pabellón.

A la base aérea de Málaga llegaron los restos mortales de doce de las víctimas en cinco vuelos (dos helicópteros y tres aviones) especiales que se sucedieron a lo largo de toda la tarde. Los dos primeros féretros llegaron a las 16.05 horas, en sendos helicópteros de la Armada. Venían con sus familiares, los mismos que el día anterior habían partido del aeropuerto de Málaga rumbo a la ciudad norteafricana.

La Delegación del Gobierno en Andalucía informó que 20 de los 38 fallecidos pasarían por la base aérea de Málaga. Catorce para ser enterrados en esta provincia y el resto para ser trasladados a Sevilla, Granada, Córdoba (Diego Clavero Muñoz, el piloto, de 39 años) y al País Vasco. Los féretros cuyo destino final era Málaga fueron llevados a la capilla ardiente instalada desde poco después del mediodía en el cementerio de la ciudad. Las cuatro administraciones (central, regional, provincial y local) acordaron ayer que el lunes a las 20.00 horas se oficie un funeral en la catedral de Málaga en memoria de los fallecidos.