Sin muchas fuerzas pero con las mismas ganas
Van pasando los días y a pesar de estar cansado he dormido bien. Tres noches más y duermo en casa. Lo primero que hago es levantar las persianas de mi habitación del hotel. Se ve una vista espléndida: son las murallas de Ávila. Luce el sol y aunque hay algunas nubes espero que siga así y la lluvia no aparezca.Ávila es un clamor. Todas sus gentes, pequeños y mayores, animan al Chaba. Fue impresionante y emotivo ver la multitud que aguardaba a Jiménez al paso del pelotón por el Barraco, su pueblo. Algunos medios de comunicación la están armando. No se lo que pretenden con el caso Karmele. Pero si siguen así, pueden conseguir un enfrentamiento entre la afición.
Vuelve la ONCE-Deutsche Bank a imprimir un ritmo rápido. Sólo una desagradable caída nos otorga un pequeño respiro. Llegamos a Navacerrada y el Kelme se aprovecha del trabajo del equipo de Manolo Sáiz. Algunos pasan apuros pero no se consigue romper el cerco a Banesto.
Zülle intentó sorprender justo en el alto del puerto. Abrió hueco pero fue poco. Es una señal su ataque. Álex está cada vez mejor. Es una pena que la forma física aparezca al final de la Vuelta. El Festina aún mantiene las esperanzas. Somos conscientes que es muy difícil, pero lo intentaremos. Las fuerzas están justas, pero ganas no faltan.
