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Miles de albaneses asaltan la sede del Gobierno al grito de venganza

El caos y la violencia regresaron ayer a las calles de la capital de Albania. Miles de manifestantes del Partido Democrático del ex presidente Sali Berisha atacaron y prendieron fuego el edificio del Gobierno en Tirana. Varios vehículos huyeron apresuradamente por la parte de atrás. Se desconoce la suerte del primer ministro, Fatos Nano, quien celebraba una reunión de urgencia con su Gabinete. La policía intervino para tratar de frenar los disturbios. En los enfrentamientos hubo, al menos, un muerto de bala.

En el origen de este violento estallido se encuentra el asesinato, en la noche del sábado, del diputado del Partido Democrático Azem Hajdari, quien fue tiroteado por unos desconocidos en la sede de su partido en Tirana. El ex presidente Berisha no dudó en señalar al Gobierno como organizador y exigió al primer ministro su dimisión. "Creo que [el asesinato] es una decisión muy, muy errada de Fatos Nano. Ha cometido un error histórico al organizar el asesinato", aseguró Berisha, quien lanzó además un órdago a su rival: "Nano tiene 24 horas para marcharse del Gobierno". Ayer, en vista de cómo derivaron los acontecimientos, el ex presidente llamó a la calma a sus partidarios. El actual presidente, Rexhep Meidani, también reiteró ese mensaje en un discurso televisado a toda la nación. "El asesinato de Azem Hajdari no debe servir para repetir el caos de la primavera de 1997, que ya hemos pagado bastante caro. Abandonad las armas y las palabras de venganza para que podamos reconstruir nuestro futuro", dijo Meidani.Lo que en principio era una marcha de protesta por las calles de la capital pronto derivó en un grave tumulto. Miles de manifestantes miembros del Partido Democrático, al grito de "¡venganza, venganza!", se dirigieron a la sede del Gobierno. Allí, en ese instante, se hallaba el primer ministro, Nano, junto a parte de su Gabinete, evaluando la situación creada por el asesinato de Hajdari.

Los seguidores de Berisha comenzaron a lanzar piedras y a blandir palos y pistolas. Algunos de ellos, armados con fusiles de asalto Kaláshnikov, lograron penetrar en el edificio ante la escasa resistencia de los guardias. Poco después se desató un incendio en la parte baja, que poco a poco fue invadiendo la totalidad del edificio. Los manifestantes huyeron por la puerta delantera, y los miembros del Gobierno, por la trasera.

En la posterior represión policial se escucharon disparos. Hubo carreras. Varios periodistas pudieron verificar la existencia de heridos. Al menos una persona yacía muerta en mitad del pavimento.

Hajdari es el primer político albanés que es asesinado tras la instauración de la democracia hace ocho años. La situación albanesa es inestable tras la revuelta de las mafias en 1997, donde miles de armas fueron capturadas por civiles. La situación de la vecina Kosovo, cuya población es mayoritariamente albanesa, es otro factor de desestabilización.

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