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Los cursos de verano de la UPV consiguen atraer a 900 alumnos extranjeros

Aurora Intxausti

La organización de los cursos de verano de la UPV aseguró ayer que ha cumplido los objetivos propuestos: captar un mayor número de alumnos extranjeros (900 procedentes de 40 países) y reducir el número de matrículas para evitar la masificación. El elevado número de estudiantes que asistieron a algunos ciclos obliga a la dirección a buscar nuevos espacios para el futuro y es probable que en la próxima edición se utilice el Palacio de Congresos Kursaal.

Alrededor de 6.000 alumnos han participado este año en la decimoséptima edición de los cursos de verano de la UPV, que a lo largo de un trimestre universitario se han celebrado en el Palacio Miramar, de San Sebastián. Uno de los objetivos conseguidos este año, según el director de los cursos, Ricardo Etxepare, ha sido aumentar el número de estudiantes extranjeros hasta 900 (en la edición de 1997 tan sólo se matricularon 475) que procedían de 40 países del mundo. La mayor parte de ese alumnado se dedicó a los cursos de idiomas para extranjeros y a participar en seminarios de Máquina-Herramienta. El aumento de alumnos de otros países favorece, según la organización, la integración de la UPV en las redes de conocimiento internacionales y le permite a los cursos de verano alcanzar un nivel de especialización alto. A lo largo de tres meses, un total de 512 profesores han abordado cuestiones tan diversas como el centenario del desastre español de 1898, el nacimiento del filósofo Xabier Zubiri, la fundación del Athletic de Bilbao, el 50º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la construcción política y económica de la Unión Europea y diversas áreas ligadas a la Medicina, la Educación y el Derecho. Alto número de matrículas En la edición de este año se han celebrado 56 cursos repartidos en 15 ciclos. Algunos de ellos se han destacado por acoger un elevado número de matriculaciones. En asuntos como el euro, la calidad o psicología han asistido alrededor de 200 alumnos. La mayor parte de los estudiantes que se matricularon para asistir a las clases del Palacio Miramar procedían de la comunidad autónoma vasca (2.500 eran de Guipúzcoa) y ha descendido de forma importante el número de alumnos de otras partes de España. Esa bajada se explica, según Etxepare, por el incremento de universidades que imparten clases durante el verano y por la cuestión económica. La organización calcula que el coste medio de un curso a un alumno becado asciende a 30.000 pesetas. De los participantes en las clases, el 20% eran profesionales que pertenecían al mundo de la abogacía, economía y funcionarios. La organización de los cursos de verano ha presentado a lo largo de esta edición cuatro libros. Avances en oncología y Constitucionalismo y derechos históricos, editados por la Fundación BBV, y Los Baroja. Memoria y Lección y dos volúmenes del seminario de Máquina Herramienta, publicados por Kutxa. Las instalaciones del Palacio de Miramar, en opinión del director de los cursos, presentan limitaciones para desarrollar determinadas actividades de carácter internacional y espera que después de que se inaugure el Palacio de Congresos del Kursaal se pueda utilizar ese recinto para alguno de los seminarios.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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