_
_
_
_

Ingresan en prisión los cinco acusados por el plan contra una discográfica

El empresario musical Miquel Degà y otros cuatro detenidos, acusados del intento de asesinato de un ex socio del primero y de planear la muerte de personas competidoras de su discográfica, ingresaron en la cárcel Modelo de Barcelona por orden judicial ayer por la mañana. En su declaración, Degà reconoció haber contratado a tres sicarios mexicanos con la intención de "dar un susto" a su ex socio y ex amigo Ricard Campoy, pero negó que planease asesinarlo.

Degà y Campoy rompieron sus relaciones personales y profesionales en 1997, tras una amistad que se inició casi en la infancia y que les llevó a fundar la empresa discográfica Max Music. Cuando Campoy decidió separarse y fundar Vale Music, otra discográfica competidora, con antiguos empleados de la primera, se rompieron esas relaciones y se cruzaron diversas denuncias en los juzgados. Esa situación provocó, según el abogado defensor de Degà, que su cliente entrase "en un estado de obcecación y excitación preocupante" debido a los continuos enfrentamientos con Campoy, al que acusa de haberle robado 75 millones de pesetas cuando compartían la discográfica Max Music. La defensa explicó ayer que esta situación llevó a Degà a contratar a varios sicarios mexicanos para "dar un susto y amenazar a Campoy". La policía, sin embargo, sostiene que Degà ideó un plan para secuestrar y asesinar a Campoy, al padre y a la hermana de éste, y a dos directivos de la empresa Vale Music, la nueva discográfica. Para ello, Degà encargó a su gerente, el hispano-mexicano Enrique Ferrer, que contratase a los mexicanos y pusiesen en marcha el plan, tal y como ha reconocido ante la policía el propio Ferrer. Sin embargo, los sicarios se equivocaron y confundieron a Campoy con un pinchadiscos, Josep Maria Castells, que fue secuestrado y liberado en Berga el pasado día 3. Ademàs de Degà y Ferrer, las otras tres personas que ingresaron ayer en prisión por orden del juzgado de guardia de Barcelona son Jesús Lozano León, un ex policía de 26 años; Ulises Cuéllar Pacheco, de 22, y Lino Fernández Rosales, de 43. Un cuarto sicario, Juan José Águila Gardeño, volvió a México antes de que la policía desarticulase el grupo y descubriese el supuesto plan.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_