La crisis asiática enfría las expectativas de negocio de la industria del mueble

Los sectores exportadores valencianos empiezan a sentir en sus propias carnes los efectos de las crisis asiática y rusa. La industria española del mueble, concentrada en un alto porcentaje en la Comunidad, ha visto frenada su expansión, sobre todo en el sudeste asiático. La Asociación Nacional de Industriales y Exportadores de Muebles de España (Anieme) destacó ayer la fuerte caída de las ventas a países como Corea y Tailandia.

La directora de Anieme, Amparo Bertomeu, calibró ayer las repercusiones de la recesión en el sudeste asiático. "La crisis asiática se ha producido en un momento en el que el comercio con esta zona auguraba grandes expectativas de negocio para el empresario del sector del mueble", declaró Bertomeu. Las cifras cantan. Las compañías más castigadas por la depresión económica que sacude la zona asiática han sido las que tenían concentrada su cartera de pedidos en países como Corea o Tailandia. En los primeros cuatro meses de 1998, las importaciones de muebles han descendido un 94% y un 71%, respectivamente, en relación al mismo periodo del año anterior. En Japón los efectos de la crisis no han sido tan devastadores y los exportadores de muebles han facturado 1.424 millones de pesetas, una cifra semejante a la del ejercicio pasado. La Asociación de Exportadores de Muebles no pretende, con su análisis, sembrar la alarma, dado que la cifra de exportaciones de mobiliario español a aquella zona no es relevante. El grueso de las ventas al exterior se concentra en los mercados europeos. "La crisis sí ha incidido, por el contrario, negativamente en el ritmo de crecimiento que experimentaban las ventas de mueble español al sudeste asiático durante los últimos años", advierten los responsables de Anieme. En este sentido, la Asociación se propone como actuación prioritaria recuperar el nivel de exportación de muebles conquistado en pasados ejercicios. "Ése es el objetivo fundamental que nos hemos marcado para esta región en el Plan de Promoción Exterior de 1999, presentado recientemente", subrayó Bertomeu. Las dificultades económicas que atraviesa Rusia también inquietan a los exportadores valencianos. Este país se ha convertido en los cuatro últimos años en uno de los principales clientes del mueble valenciano. No en vano conocidas empresas de la Comunidad han amueblado edificios públicos de la importancia del Parlamento ruso. Otros sectores valencianos netamente exportadores, como es el caso del hortofrutícola o el azulejero, con intereses en la zona, observan atentamente la evolución de la economía rusa.