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Pantani gana el Tour del escándalo

La carrera ciclista francesa termina con el triunfo del escalador italiano mientras los jueces prosiguen sus investigaciones

Marco Pantani ganó el Tour del escándalo, la edición más atípica y accidentada de su historia. El escalador italiano demostró su superioridad sobre el alemán Jan Ullrich, especialmente en una etapa épica, la primera de los Alpes, en la que arrasó tras un ataque imparable en el Galibier. Después conservó más de la mitad de su ventaja en la contrarreloj. Sin embargo, su hazaña, que cortó la racha de triunfos de Ullrich y ensalzó así aún más las gestas del navarro Miguel Induráin, fue muy poco para acallar tanto desaguisado. La detención el 8 de julio, tres días antes del comienzo del Tour, de Willy Voet, masajista del equipo Festina, fue el detonante de todo lo ocurrido. Descubierto con un cargamento de productos dopantes, el juez de Lille inició una investigación que empezó por los técnicos y corredores del propio equipo y siguió por todas sus relaciones en el pasado. La expulsión del Festina del Tour y los métodos policiales de registros y detenciones, amparados en una legislación francesa excepcional, que persigue penalmente el tráfico y la incitación al dopaje, revolucionaron la carrera. El equipo ONCE, encabezado por Laurent Jalabert, se retiró y arrastró a los otros equipos españoles. Después, debió sufrir los registros y la detención de su médico. El Tour ha terminado en la carretera, pero no en los juzgados. Ha resistido el escándalo, pero moribundo. Los intereses comerciales primaron, pero lo ocurrido sobre el dopaje ya admitido por los corredores supondrá un antes y un después para el ciclismo y seguramente para todo el deporte.

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