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LA REFORMA DEL MERCADO DEL ACEITE

Dura polémica entre Gobierno, sindicatos y oposición por el acuerdo de Luxemburgo

Para unos, brillante; para otros, un auténtico desastre. El Gobierno, la oposición y las organizaciones agrarias ofrecieron interpretaciones y balances absolutamente encontrados sobre el resultado final de las negociaciones sobre la reforma del mercado del aceite de oliva, que se cerraron en la madrugada de ayer.

La ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, se mostró "razonablemente satisfecha" por el "positivo" acuerdo alcanzado en Luxemburgo porque "garantiza más jornales y el porvenir del sector olivarero".

De Palacio, que realizó dos ruedas de prensa tras el Consejo de Ministros (una en la propia Moncloa y otra en el Ministerio de Agricultura) para explicar el acuerdo de Luxemburgo, repasó con detalle cómo han ido evolucionando las negociaciones sobre la reforma del mercado del aceite de oliva durante los dos últimos años. Recordó que las reuniones se habían iniciado con una propuesta de la Comisión Europea que defendía las ayudas al árbol, no a la producción, y fijaba para España una cuota de de 500.000 toneladas.

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"Y hemos conseguido que las ayudas se hagan a la producción y que ésta se eleve a 760.000 toneladas, por encima incluso de las 675.000 toneladas consideradas como óptimas por la Junta de Andalucía en junio de 1996", dijo.

La ministra aseguró que los 169.000 millones de pesetas que recibirá el sector olivarero en concepto de ayudas suponen 44.000 millones más de los previstos y "constituyen una cifra récord para nuestros olivareros, que nunca han recibido tantos apoyos".

Recuerdo para Jové

De Palacio también hizo un análisis del comportamiento de los partidos políticos españoles a lo largo de las conversaciones con la Comisión Europea. Tuvo flores para el eurodiputado de Izquierda Unida Salvador Jové: "Ha dado un ejemplo de lo que debe ser la defensa de los intereses de España, haciendo abstracción de la tentación de recoger un puñado de votos". Jové fue el impulsor del dictamen aprobado por el Parlamento Europeo que pedía más ayudas para el aceite de oliva, en contra de la postura del comisario de Agricultura, Franz Fischler.Con el PSOE, sin embargo, estuvo muy crítica. "He sentido el puñal en la espalda a lo largo de toda la negociación", dijo en referencia a la actitud de los socialistas en todo el proceso.

Claro que la respuesta de la primera fuerza de la oposición no fue menos contundente. El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Borrell, pidió su dimisión.

Borrell afirmó que la reforma aprobada en Luxemburgo "es muy negativa" para España y es el resultado de una "nefasta" negociación del Ejecutivo español, por lo que "la ministra debería asumir su fracaso e irse". Aseguró que "es la primera vez que la Unión Europea aprueba un reforma agrícola que deja fuera los intereses del primer país productor", y dijo que "va a ocasionar al sector unas pérdidas de 200.000 millones de pesetas y 20 millones de jornales".

El eurodiputado Salvador Jové tampoco se mostró muy contento por el acuerdo, porque es "insuficiente" para afrontar las necesidades del sector, informa Esther Rodríguez. Por ello instó al Gobierno a que "dé explicaciones claras" a los agricultores y aplique medidas complementarias para compensar el "grave perjuicio" que la reforma supondrá para la supervivencia del olivar.

Jové criticó la "falta de estrategia" negociadora de Loyola de Palacio ante la UE y consideró que el "mal" acuerdo es la consecuencia de una negociación que España ha llevado a "remolque" de los deseos de Fischler.

Las organizaciones agrarias también participan en las críticas a la reforma, informa Carmen del Arco. Alegan que España se ha quedado marginada y en condiciones de inferioridad respecto a sus competidores italianos y griegos. El portavoz de la Mesa del Aceite, Antonio Luque, manifestó que de esta reforma esperaba "algo más". "Ya que no se han conseguido los objetivos marcados, la única alternativa que queda", añadió, "es la de hacer un esfuerzo para forzar una reestructuración y ordenar el mercado".

Juan Aguilar, secretario general de la Federación de Trabajadores de la Tierra de UGT, aseguró que los olivareros se encuentran ante una derrota "sin paliativos , que produce un empeoramiento general de la situación debido a los errores y a la estrategia calamitosa seguida en la negociación por Loyola de Palacio". Una posición muy similar a la mantenida por la Federación del Campo de CC OO. "La reforma es totalmente insuficiente y queda totalmente alejada de la realidad de la producción del aceite de oliva en España".

Sin embargo, no todas las organizaciones agrarias fueron igual de críticas con el acuerdo de Luxemburgo. Por ejemplo, Asaja señaló que el pacto final, a pesar de considerarlo insuficiente, "puede ser aceptable, teniendo en cuenta que hay algunos logros importantes, como el caso de la aceituna de mesa; un logro histórico que para Andalucía supondrá la entrada de dinero muy importante".

Por su parte, UPA acusa a la ministra de Agricultura de haber negociado una reforma que beneficia a los grandes propietarios dejando en situación de indefensión a las pequeñas explotaciones. Y COAG mantiene que Andalucía va a perder 143.793 millones de pesetas por campaña con la reforma del mercado del aceite de oliva aprobada en Luxemburgo.

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