Atenas mantiene su bloqueo a Ankara en la Unión Europea
La reciente cumbre europea de Cardiff ha dejado un mal sabor de boca en Grecia. En esta ocasión, la presidencia británica ha impulsado una revisión de los acuerdos adoptados hace seis meses por los Quince en la cumbre de Luxemburgo, que descartaban la candidatura de Turquía a la Unión Europea en un futuro próximo.La negativa griega estaba basada en tres puntos fundamentales: el bloqueo turcochipriota, con apoyo de Ankara, a las negociaciones de adhesión de Chipre a la UE, la mala situación de los derechos humanos en Turquía y las tensas relaciones que mantiene con Grecia por sus reivindicaciones territoriales en el mar Egeo.
Pero la revisión del caso turco contó con el veto de Grecia. El primer ministro griego, Costas Simitis, reiteró la postura de su Gobierno de bloquear el acceso de Turquía a la Unión Europea, al igual que la entrega de cualquier tipo de ayuda económica mientras que Ankara no esté dispuesta a acudir al Tribunal Internacional de La Haya para solucionar sus disputas territoriales en el mar Egeo.
A pesar de las presiones de varios líderes europeos y de la inusual llamada telefónica del presidente norteamericano, Bill Clinton, al primer ministro griego, éste anunció que la postura de su país se mantendrá invariable, según las conclusiones a las que llegaron los socios comunitarios el pasado mes de Diciembre en Luxemburgo.
El pasado martes, antes de abandonar Cardiff, Simitis reveló que el presidente norteamericano le había recomendando que Grecia levantase el veto a a Turquía en la UE, con el objetivo de rebajar la tensión existente entre ambos países. Ante la negativa del primer ministro griego, Clinton le advirtió de se corría el riesgo de un eventual aumento de la «tensión» en Chipre.
