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Marqués denuncia "presiones abyectas" del PP a los cargos de su Gobierno para que le abandonen

La crisis del PP de Asturias es ya una guerra sin tapujos. Tanto, que la dirección del partido trata de socavar a toda costa la estabilidad del Gobierno regional, presidido por Sergio Marqués, una vez que ha logrado dejarle en minoría en el grupo parlamentario. Ayer, al tiempo que el ministro Mariano Rajoy emplazaba a Marqués a marcharse, se producía la segunda dimisión en la Administración regional. El viceconsejero de Bienestar Social, Javier Suárez Álvarez-Amandi, renunciaba públicamente al cargo. Y lo hacía llorando. Tal es el grado de tensión del pulso lanzado contra Marqués por el secretario general del PP y vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos. "Llevo dos días viendo salir a gente llorando de mi despacho. Esto ya no es lucha política, sino una lucha llevada a las últimas consecuencias de la abyección", denunció Marqués.

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Javier Suárez dimitió por sorpresa. "Estamos en una situación en la que el PP ha acordado una serie de resoluciones y yo, como hombre de partido desde hace 20 años, me debo a éste", razonó. Pero a continuación rompió a llorar. No pudo disimular que se iba en contra de su voluntad.El presidente asturiano no se mordió la lengua ante las lágrimas de su ex viceconsejero. Marqués denunció con duras palabras, presumiblemente dirigidas contra Álvarez Cascos, las presiones a que la dirección del Partido Popular está sometiendo a los miembros del Gobierno del Principado para forzarles a dimitir. "Llevo dos días viendo salir a gente llorando de mi despacho", dijo Marqués en Villaviciosa en referencia tanto a Javier Suárez Álvarez-Amandi como a Pedro Muñiz, quien también fue visto con lágrimas en los ojos tras presentar su renuncia como director regional de Deportes y Juventud.

"Creo sinceramente que ya es hora de decir las cosas por su nombre", señaló Marqués. "Si lo que se pretende con esto es forzar a las personas hasta lograr que padres de familia terminen llorando como niños ante lo que se les está solicitando porque saben que es una injusticia, deberíamos empezar a hablar de la dignidad moral de lo que está sucediendo". "Ya no es un problema de una lucha política, sino una lucha llevada a las últimas consecuencias de la abyección".

Forzar más dimisiones

Marqués, pese a todo, aguanta. Y repite que no dimitirá. El siguiente objetivo del partido es lograr la dimisión del vicepresidente del Ejecutivo asturiano y consejero de Cooperación, Ramón García Cañal, y la del consejero de Agricultura, Luis Peláez.La tensión crece día a día. El silencio de Francisco Álvarez Cascos anteayer en Gijón y el apoyo del grupo parlamentario popular al Gobierno de Marqués en el debate de esta semana no es más que una tregua aparente para no precipitar la guerra sin cuartel y conceder una última oportunidad a Marqués para que se someta a los dictados de Cascos y destituya al consejero de Fomento, Juan José Tielve, como le exige el secretario general del partido. Un alto cargo del PP aseguraba ayer: "Es necesario que Marqués haga algún gesto, el que sea".

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El ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, fue más allá. Pidió a Marqués que dimita. "Cuando alguien que está al frente de una responsabilidad tiene en contra a su partido y a una parte de su grupo parlamentario, ya sabe lo que tiene que pensar que hay que hacer en esos casos".

La atención, de momento, se concentra sobre aquellos altos cargos de la Administración regional que militan en el PP, y en concreto sobre quienes carecen de otra actividad profesional ajena a la política.

La presión psicológica sobre Álvarez-Amandi ha debido ser fortísima, porque se vio obligado a interrumpir la conferencia de prensa para romper a llorar. El ya ex viceconsejero negó ante los periodistas que hubiera recibido coacciones por parte del partido para que abandonara a Marqués. Pero, de pie, junto a una ventana del Parlamento regional, dando la espalda a los periodistas y sollozando, se le oyó decir: "Acabo de estropearlo todo con unos y con otros. Pero el corazón es el corazón".

A esa misma hora, el presidente regional del partido, Isidro Fernández Rozada, alineado con Álvarez Cascos, hacía una llamada "a la prudencia, a la tranquilidad y al sosiego".

Con voz entrecortada y los ojos bañados en lágrimas, Javier Suárez Álvarez-Amandi explicó su dimisión en los siguientes términos: "El partido ha acordado una serie de resoluciones y yo, como hombre del partido desde hace 20 años -estoy en él desde los 18 años-, me debo al partido. El partido es mi casa. Ha sido mi vida. He luchado mucho tiempo por él. Y en este momento tengo que ponerle al lado del partido". "Lógicamente", añadió, "la amistad personal y la situación personal que viví durante muchos años con Sergio Marqués, que es mi amigo y ha sido mi compañero, hace que ésta sea una situación muy difícil. La razón me dice una cosa y el corazón otra. Pero en este caso debe imperar la razón sobre el corazón". Álvarez-Amandi agregó: "Es una situación lamentable, pero, pase lo que pase, yo estaré con mi partido y espero morirme en él".

Secretaria de Marqués

La de Álvarez-Amandi, cuya esposa es una de las secretarias de Sergio Marqués en la presidencia del Gobierno asturiano, es la segunda dimisión que se produce esta semana en la Administración regional a causa de la crisis del Partido Popular.Se habla de que prodría haber al menos dos más en próximos días. Aunque no todos comparten esta visión. El consejero de Fomento, Juan José Tielve, cuya destitución exigió hace una semana Álvarez Cascos en la convención del PP de Avilés, aseguró ayer que no habrá más bajas en el Gobierno de Marqués: "Este es un barco y la tripulación no lo va a abandonar". En medios muy allegados a la presidencia del Principado también se cree que no habrá una cascada de dimisiones en el Gobierno ni en los cargos de confianza de la Administración, donde predominan los profesionales y técnicos que no dependen del partido para vivir.

Pero el presidente regional del partido, Isidro Fernández Rozada, aventuró: "Estamos a la espera de la asunción de responsabilidades, de acuerdo con la invitación que se ha hecho al presidente del Principado para reconducir esta crisis de forma positiva".

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