Gladiador - Limpio de pitones
Gladiador. Manera despectiva de llamar a aquellos diestros que se desmarcan del nuevo toreo (el de mimar y cuidar); aquellos que se tienen que enfrentar con toros íntegros. De manera que los términos se confunden y se conoce por torero al matarife y por gladiador al torero.Goyesca. Acontecimiento turístico, remotamente emparentado con la fiesta de toros, de una majeza tal que si Goya levantara la cabeza se dedicaría a pintar bodegones.
Hacer guardia. 1. Una de tantas variantes para matar al toro que consiste en ensartarlo como una aguja para luego coserlo a capotazos en la rueda de peones, mientras el torero pretende convencernos de que la espada está en su sitio pero el toro está mal hecho. 2. Acto de vigilancia al que se ven obligados los mayorales de las ganaderías serias para evitar que sus toros sean manipulados desde que salen de la finca hasta que saltan al ruedo.
Hacer la cruz. Forma correcta de realizar el embroque en la suerte suprema, aunque muchos diestros acaban con la vida del astado sometiéndolo a un auténtico calvario, en el que no faltan las tres caídas -o más-, una buena lanzada -en el costado- y la misma crucifixión, a base de bajonazos y descabellos.
Hacer la luna. Peripecia a la que se ven obligadas las figuras cuando hacen dobletes para batir récords y tienen que torear bien entrada la noche.
Hinduismo. Religión, al parecer, muy practicada entre los ganaderos, la mayoría de los cuales es incapaz de sacrificar una vaca.
Hombros. Parte de la anatomía del torero que ha suplantado a la cintura para pegar pases.
Indulto. Acto de perdonar la vida al toro, cuya decisión es del presidente y que responde a las presiones hechas desde el callejón por taurinos y demás compinches del ganadero, demanda que se extiende a los tendidos hasta alcanzar el paroxismo -si no el escándalo público-, ya que está en juego tener algo que contar de la corrida, aunque haya resultado insoportable.
Inválido. Toro que puede ser devuelto al corral (si suenan los tres avisos, evidentemente). Jabonero. Toro idóneo para hacer una faena aseada.
Kikirikí. Pase que, como el canto del gallo, sirve para despertar al toro harto de somníferos.
Lancear. Acto de recibir al toro con la capa. Hoy se sustituye este inicio y en lugar de lancear, se procede a alancear al animal con vara y a caballo, antes de que el matador pruebe su embestida.
Limpio de pitones. Pues eso, exento de pitones.
