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Dormirse en el peto - Estar en novillero

Dormirse en el peto. Actitud somnolienta del toro, que es aprovechada por el varilarguero para perpetrar el puyazo.Duende. Simpático personaje que, junto a los gnomos, las hadas, las musas y los enanitos del bosque, se ha instalado en algunos cosos y se deja ver muy de tarde en tarde.

Echar la pata'lante. Gesto que las figuras sólo hacen para poner zancadillas a los modestos que llegan arreando fuerte.

Embraguetarse. Suerte del toreo moderno que consiste en dar la vuelta al ruedo intentando esquivar las innumerables bragas que arrojan las fans.

Emoción. Agitación del ánimo, que se traduce en un estremecimiento y elevación vertiginosa de las pulsaciones. Naturalmente se produce en las plazas de toros, sólo que no ocurre durante las faenas, sino cuando el torero de moda, dando la vuelta al ruedo, devuelve prendas y lanza besos a sus conmocionadas incondicionales.

Engaño. Trapo, generalmente de dimensiones descomunales, con el que el diestro engaña al toro y también al público, que aplaude sus mantazos.

Ensabanado. Res que, tras haber sido convenientemente adormecida, sale al ruedo hasta con la ropa de cama.

Entrepelado. Estado en que el toro pasa sus últimas horas, que comprende entre el paso por la barbería (donde sufre el primer pelado) y el desolladero (donde se le arranca la piel).

Escalafón. Clasificación de toreros según la categoría de las plazas que frecuentan. En los puestos bajos se sitúan los asiduos de plazas importantes y, en los altos, los matadores ambulantes, cuya temporada se fundamenta en actuaciones en plazas portátiles y en las ferias más peregrinas.

Escándalo público. Altercado que sólo tiene eco en la presidencia cuando se trata de conceder orejas. Para devolver toros al corral, por ruidosa que sea la bronca, nunca es suficiente para apremiar al del palco.

Escuela de tauromaquia. Centro docente en el que se instruye a los alumnos en las suertes fundamentales de la tauromaquia. Y, además, entrenar para que en los brindis la montera caiga boca abajo, colear a los toros derrengados, nociones de primeros auxilios para atender a las reses inválidas y enseñanza de algunos adornos para meterse al público en el bolsillo.

Escurrido. Toro con menos culata que el picador de tanda.

Espectáculo cómico-taurino. Festejo que, a diferencia de muchas corridas, tiene una parte seria.

Espontáneo. Único personaje capaz de romper la monotonía reinante en los festejos taurinos. Son detenidos y vapuleados porque, con su arrogante brío, desenmascaran la habitual indolencia de los matadores.

Estampas toreras. Dada la imposibilidad de disfrutarlas en las plazas de toros, estas imágenes no pueden saborearse más que en los sellos de correos, los almanaques y las cajas de polvorones.

Estar en novillero. Se emplea esta expresión para advertir la decisión y coraje especiales por parte de los coletudos dispuestos a jugarse la vida y a torear como Dios manda. La acepción está en desuso, pero aún se puede aplicar al matador que se encierra con toros cuyas hechuras son más propias de novillo.

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