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Arafat predice la vuelta al caos y la violencia si fracasa mañana la cumbre de Londres

Londres puede convertirse en la tumba del proceso de paz. La Autoridad Palestina ha hecho público en las últimas horas un dramático comunicado en el que asegura que si mañana fracasan las reuniones por separado de la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, con Yasir Arafat y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, puede desencadenarse «el caos y la inseguridad en toda la región». «Israel debe ser consciente de que un fracaso de la cumbre de Londres significa el retorno de la violencia en el conjunto de la región», ha advertido el Gobierno palestino.

Arafat recibió anoche durante 90 minutos en Ramala al vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, quien hizo ayer un llamamiento a israelíes y palestinos para que no pierdan la oportunidad histórica que se abre mañana en Londres. «El proceso de paz ha llegado a un punto crítico y todos debemos trabajar para asegurarnos de que no perdamos esta oportunidad», declaró Gore en Ramala después de su reunión con Arafat. El vicepresidente de Estados Unidos ha viajado a la zona con motivo del 50º aniversario de Israel y con el objeto de impulsar el estancado proceso de paz.El duro comunicado palestino fue elaborado este fin de semana en Ramala, sede del Parlamento autónomo palestino, donde los diputados han preparado y debatido durante dos días la estrategia a adoptar en la reunión de la capital británica. Los debates de los parlamentarios palestinos sobre la cumbre de Londres se iniciaron el viernes y se iban a reanudar a última hora de la noche de ayer, después de la reunión entre Arafat y Al Gore. La entrevista trató sobre «el vacilante proceso de paz, las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y los palestinos y la definición del estatuto de la oficina de la OLP en Washington», declaró el jefe del equipo negociador palestino, Saeb Erekat.

Gore, que llegó a Ramala procedente de Arabia Saudí, donde se reunió con el rey Fahd y con el príncipe heredero Abdulá, visitará hoy a Netanyahu antes de salir hacia Egipto, donde se reunirá con el presidente Hosni Mubarak. El encuentro de hoy con Netanyahu no estaba previsto en la agenda y fue anunciado anoche.

Las esperanzas de un acuerdo son ínfimas. Nadie confía en un milagro. Ni siquiera Estados Unidos, según ha afirmado con tono pesimista la propia mediadora de la reunión, Albright, quien en Ulan Bator, capital de Mongolia, afirmó lapidariamente: «Nosotros no nos sentimos muy optismistas». La jefa de la diplomacia norteamericana llegó esta madrugada a Londres para preparar la cita por separado con el presidente palestino y el jefe del Gobierno israelí.

Optimista y realista

Netanyahu se mostró optimista, aunque realista, sobre las expectativas que ha generado la cumbre de Londres. «Es cierto que las divergencias se han reducido, y el optimismo me hace pensar que habrá acuerdo», declaró el primer ministro israelí. «Pero el realismo me lleva a decir que para ello es necesario que haya flexibilidad».«El proceso de paz está pasando a través de grandes dificultades como resultado de las acciones de Netanyahu contra la paz», ha asegurado también por su parte Arafat, sumándose de esta manera a los análisis y a las visiones castastróficas de la reunión de Londres, lo que ha llevado a más de un miembro de su Gobierno a defender y propugnar a ultranza la suspensión del encuentro.

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El Gobierno palestino, que ha acabado apoyando la propuesta norteamericana de una retirada de un 13% del Ejército israelí de Cisjordania, ha rechado la propuesta indirecta y oficiosa formulada por el Gobierno israelí, según la cual estaría dispuesto a replegarse en un 11% del territorio hasta ahora ocupado.

La posibilidad de que Londres se convierta en la tumba del proceso de paz está movilizando a los militantes y simpatizantes del movimiento islamista radical de Hamás, que ayer se reunió en Gaza con los demás formaciones y partidos para analizar los últimos 50 años de historia, y la derrota y desastre que significó para ellos la proclamación de Israel. No se tomó ninguna decisión sobre movilizaciones, a la espera de lo que ocurra en Londres. El máximo responsable de la formación islamista palestina, el jeque Ahmed Yasin, recibió ayer en Teherán el apoyo incondional del Gobierno iraní.

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