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Una manifestación de extrema derecha provoca fuertes enfrentamientos en el este de Alemania

Pilar Bonet

Leipzig -la segunda ciudad del este de Alemania, después de Berlín- fue ayer escenario de violentos enfrentamientos entre la policía y manifestantes radicales, que se saldaron con varios heridos y decenas de detenciones. Extremistas de izquierdas y de derechas, consecutivamente, protagonizaron las batallas callejeras, en las que ardieron barricadas, volaron adoquines y la policía utilizó a conciencia porras y mangueras de agua a presión. El origen de los sucesos fue la manifestación convocada por el Partido Nacional Democrático de Alemania (NPD), una formación de extrema derecha legal, aunque de carácter xenófobo y antisemita, que aspira a fundar un nuevo Reich alemán.

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La manifestación fue autorizada en la noche del jueves por un tribunal del Estado federado de Sajonia, después de un tira y afloja con instancias legales inferiores que habían prohibido el acto. Las contradicciones entre los diversos niveles de la justicia evidenciaron la confusión que provocan las concentraciones de grupos radicales que están dentro de la legalidad y que se acogen a la libertad de expresión contemplada por la Ley Fundamental alemana. Tales manifestaciones suponen un peligro para el orden público, entre otras cosas, por las contramanifestaciones que provocan.La policía, que convirtió la ciudad en una fortaleza, desplegó a más de 6.000 agentes para proteger la manifestación autorizada del asalto de los contramanifestantes, jóvenes de izquierdas, con quienes se produjeron los primeros enfrentamientos, que luego acabaron generalizándose y afectando también a los manifestantes del NPD. Este partido, que había esperado reunir a cerca de 15.000 seguidores en Leipzig, congregó en realidad a unos 5.000, que llegaron en 80 autobuses y que fueron registrados para confiscarles cualquier objeto que pudiera servir como arma antes de entrar en la ciudad. Los seguidores del NPD marcharon disciplinadamente junto a un monumento del sureste de la ciudad.

Éxito en la antigua RDA

El NPD, que no está representado ni en el Parlamento federal ni en los Parlamentos regionales alemanes, tiene en el Estado de Sajonia su máximo número de militantes en la antigua República Democrática Alemana (RDA). El buen resultado del 13% de apoyo del electorado cosechado el pasado domingo por otro partido de extrema derecha, la Unión Nacional Alemana (DVU), en el vecino Estado de Sajonia-Anhalt ha avivado los miedos a viejos fantasmas en la clase política establecida de Alemania. Con vistas al público, el canciller Helmut Kohl y los dirigentes federales de la Unión Democrática Cristiana (CDU) tratan de localizar el fenómeno en el este y reducirlo a una consecuencia de la «desertización espiritual» causada por 40 años de comunismo tras la época totalitaria nazi.En Halle (Sajonia-Anhalt), las autoridades prohibieron una manifestación del NPD. Otra fue prohibida en Gera, en el Estado de Turingia. En Berlín hubo enfrentamientos entre la policía y manifestantes de izquierdas en dos barrios de la ciudad y varias decenas de detenidos. Anoche continuaban los disturbios, en los que resultaron destruidos varios comercios.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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