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Reportaje:

Requetecampeonas

El Pool Getafe suma su octava Liga de baloncesto entre dudas sobre su futuro en la ciudad

Tan habituadas están a los triunfos que a veces parecen no inmutarse, pero sus estadísticas ya rebasan casi todos los epítetos propios de la adjetivación deportiva. Las jugadoras del Pool Getafe obtuvieron el domingo ante el Banco Simeón de Vigo su octavo título consecutivo en la Liga de baloncesto, una racha a la que añaden seis Copas de la Reina, dos campeonatos de Europa y hasta uno del mundo. Los comentaristas futbolísticos, deslumbrados por el recuerdo de las cinco ligas de la Quinta del Buitre o las cuatro de aquel Barça de Cruyff, no han llegado a manejar los prefijos griegos más allá del consabido ''pentacampeón". Estas mujeres, mucho más anónimas que Valdano o Koeman, pueden, en cambio, llevar muy a gala su insólita condición de octocampeonas. O, para evitarse aprietos lingüísticos, ostentar el más difuso pero inequívocamente castizo -atributo de "requetecampeonas".Las jugadoras, con la pívot Margot Dydek 2,17 metros de espigadísima humanidad- y la capitana, Natalia Zasulskaia, a la cabeza, celebraron el título el domingo con una cena especial y fiesta desinhibida hasta altas horas. Pero llega un momento en el que las victorias, por reiteradas, no alegran tanto. Lo reconoce José Ramón Guimaraes, el presidente de este club, que en su época valenciana se denominó Dorna Godella. ''Los triunfos domésticos casi los damos por descontado, así que nos producen una ilusión muy relativa. Lo que nos preocupa es Europa", se sincera.

Y es que el equipo que entrena Esteban Albert disputará dentro de una semana en Bourges, a unos 150 kilómetros de París, la final a cuatro de la Liga Europea: contra el Como italiano en las semifinales y frente al vencedor del partido Bourges-Orchies, caso de alcanzar la final. Albert, discípulo del ex seleccionador nacional Alberto Díaz Miguel la temporada pasada, ha llegado ya más lejos que su mentor: el Pool vivió con suma amargura, hace un año, su eliminación europea en cuartos de final.

Después del reto francés, el futuro del Pool Getafe se presenta repleto de incertidumbre. Tras dos años. en la ciudad sureña, Guimaraes dice no sentirse querido por las autoridades locales. "Estamos dando títulos a España y a Getafe, pero el alcalde ni se molestó el domingo en asistir al partido. Y eso me entristece", se lamentó.

El aludido, Pedro Castro, asistió al partido de fútbol Getafe-Pontevedra, pero ayer proclamó su "cariño" por el Pool. "El año pasado, cuando también ganaron Liga y Copa, le pedí por escrito a Ruiz-Gallardón una recepción para las campeonas", recordó. Guimaraes avisa: "Tienen que demostrarme más cariño. Si no, nos iremos a otro municipio de la Comunidad"

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