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Reportaje:

La cruzada japonesa de Zaplana

El presidente valenciano, con ayuda de Julio Iglesias, rivaliza en Tokio con organismos oficiales en Expoconsumo por atraer inversores

ENVIADO ESPECIALEduardo Zaplana quiere ser estrella en Japón. El presidente de la Comunidad Valenciana, formando dúo con el cantante Julio Iglesias, se ha pasado tres días en Tokio tratando de acaparar cámaras y toda la atención de los inversores japoneses y españoles que asisten a la Expoconsumo 98, la primera feria de bienes de consumo organizada por la Secretaría de Estado de Comercio en Japón. Ha rivalizado con el Instituto de Comercio Exterior (Icex), encargado de la muestra, con una delegación parlamentaria española, con el embajador y hasta con el ministro de Economía, Rodrigo Rato, responsable último de la campaña de promoción de nuestro país y sus productos entre empresarios nipones. Zaplana sólo se ha contenido ante el Príncipe de Asturias, en visita oficial para arropar el mes de España en Japón.

Mientras Rato cantaba alabanzas de nuestra economía y ofrecía una España moderna, integrada y en crecimiento a potenciales inversores, Zaplana hacía una defensa de lo suyo de la mano de un rejuvenecido Julio Iglesias, uno. de los pocos cantantes españoles conocidos desde siempre en estas tierras. Un ama de casa recordaba ayer que hace 10 años llegó a ofrecer 100.000 yenes por acudir a una gala del cantante. Pero, pese al esfuerzo, la actuación estelar del presidente de la Generalitat durante la cena de gala ofrecida en el hotel Shin Takanawa Prince la noche del martes ha cosechado innumerables críticas.

Zaplana llegó casi dos horas más tarde de lo previsto, cuando los invitados ya habían cenado y Julio se disponía a comenzar su actuación; tres diputados de la delegación parlamentaria (dos de IU y uno del PSOE) abandonaron la sala antes de que el cantante comenzara el show como muestra del rechazo a su contratación como la voz de Valencia en el exterior por 500 millones de pesetas. Y para chasco, el presidente tampoco consiguió que Rodrigo Rato apoyara con su presencia la iniciativa promocional. Aun así, lanzó la larga diatriba que llevaba preparada. La defensa del terruño y el hermanamiento made in Valencia-made in Japan es lo que más ha irritado a los organizadores de la Expoconsumo, que han sentido que la Generalitat ha querido acaparar un protagonismo mayor del que por las cifras le corresponde. De las 306 empresas presentes en la muestra, 136 son valencianas, número notablemente superior al de las catalanas (52) y madrilefias (37).

Entre los parlamentarios de la oposición no ha caído bien el afán de protagonismo valenciano. "Si de lo que se trata es de vender la imagen de España, no es sensato que cada uno haga la guerra por su cuenta", comentaba ayer un diputado del PSOE, con el apoyo de IU. "Es ridículo que con el enorme déficit comercial que tiene España con Japón [cerca de 350.000 millones de pesetas], Zaplana intente fragmentar la oferta y vender lo suyo". Ramón Mercé, vicepresidente ejecutivo del Icex, quitaba hierro al asunto: "Lo primero y más importante es dar imagen de país, pero es lógico que cada autonomía trate de fomentar sus cosas".

Algunos de los empresarios presentes en la exposición tampoco se han sentido a gusto con el relieve de la delegación oficial valenciana frente a otras comunidades Los diputados de CiU en la Comisión de Economía del Congreso algo debieron oler cuando ninguno de sus miembros ha acudido a Japón.

La Generalitat valenciana se ha traído su propio séquito y se ha hecho acompañar de un nutrido grupo de periodistas, más numeroso aún que el convocado por los organizadores del mes de España en Japón y la Casa Real. Zaplana no se ha echado atrás en ningún momento, e incluso fuentes de la organización han comentado los problemas de protocolo que ha podido crear, rivalizando para colocarse junto a Rato en la foto de la ceremonia inaugural, desplazando al embajador.

Ayer, segunda jornada de Expoconsumo, Zaplana no apareció por la muestra. Cedió protagonismo a su empleado Julio Iglesias, que visitó los pabellones sin diferenciar entre valencianos y españoles, alentando la presencia de empresarios en Japón, "aunque resulte tan difícil hacerse entender que cuando vengo aquí tengo que hablar en chino", como dijo el cantante la noche anterior, en la cena de gala de la Generalitat.

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