"Aquí no dan nada"

Los alcaldes llevaban sus peticiones en la cabeza. La recepción que el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, les ofreció ayer en la Casa de Correos para presentarles la rehabilitación de la nueva sede del Gobierno era una buena ocasión para recordar a los mandatarios de la Comunidad sus promesas incumplidas. Algunos esperaban encontrarse con los directores generales para reclamarles que no les habían rehabilitado determinado edificio o que sus términos municipales estaban demasiado encorsetados por normas medioambientales. Sin embargo, a la recepción sólo asistieron dos consejeros (los de Presidencia y Sanidad), y los directores generales brillaron por su ausencia. El alcalde de Valdepiélagos (327 vecinos), Antonio Puentes, independiente, bromeó: "Aquí no dan nada".

Así que, después de recorrer todo el edificio y de escuchar unas palabras de Ruiz-Gallardón, los regidores (115 de los 179 que fueron invitados) se pusieron a charlar entre ellos. Los del PP comentaban la ausencia de los regidores de izquierda de los grandes municipios; los del PSOE, que no había acudido el alcalde de la capital.

"Aquí cabe mi pueblo"

Luego, entre canapé y canapé, disertaron y se pusieron a hablar de la Casa de Correos. El alcalde de Gascones (101 habitantes), Francisco Javier Briceño, del PP, aseguró que dentro del edificio cabían su pueblo "y otro más". Al alcalde de Horcajuelo de la Sierra (91 habitantes), Pedro González, independiente, le parecía que la construcción tenía "demasiado cristal". Un comentario muy semejante al de su homólogo de La Hiruela (51 vecinos), Justo García, del PP, para quien "todo es demasiado moderno".El máximo responsable de Ciempozuelos (12.500 habitantes), Carlos Ronderos, socialista, opinó que "estos modernismos no encajan, y distorsionan el edificio".

Le replicó el primer edil de Torrelodones (10.500 habitantes), Enrique Muñoz, del Partido Popular: "Ha quedado fantástico. Lo que había antes de la rehabilitación era mucha moldurita que le daba un aspecto hortera". En la rehabilitación de la Casa de Correos, los arquitectos decidieron conservar las grandes columnas y estructuras y combinarlas con enormes cristaleras. El resultado ha sido espectacular.

El alcalde de Colmenar Viejo (28.300 habitantes), José María de Federico, del PP, destacó que las piedras de la escalera principal procedían de su pueblo. "Ha quedado francamente bien", se ufanó.

Ante tanto halago, el regidor de Colmenar de Oreja, independiente, contó el siguiente cuento: "Una vez, un general contaba chistes a unos soldados. Todos se reían menos el capitán. El general le preguntó si no le gustaban sus bromas, a lo que el capitán le respondió que era de otra unidad".

Ruiz-Gallardón, que escuchó la historia, se dirigió entonces a la alcaldesa de San Fernando de Henares (29.700 habitantes), Montserrat Muñoz, de IU, que era "de otra unidad". "A mí lo que me interesa es cuánto ha costado esto, porque estoy rehabilitando el centro", preguntó.

"A este edificio lo que le falta es una bodega", indicó el regidor de Colmenar del Arroyo (825 vecinos), Tomás Ventura, del PP. "Yo, el próximo Dos de Mayo pondré el vino para la fiesta de la Comunidad", prometió entonces Carlos González, regidor de Villa del Prado (3.750 habitantes), uno de los pueblos con más producción de vino de la región.

El alcalde de Las Rozas (45.300 habitantes), Bonifacio de Santiago, del PP, intervino: "Es que el poder impresiona", dijo mientras daba cuenta de un canapé de caviar. Ajenos a esto estaban los alcaldes de Batres (640 habitantes) y Fuentidueña de Tajo (1.400 vecinos). Ambos recordaban cuando la policía les encerró en los viejos calabozos de la Casa de Correos. El de Batres, Fernando Aizcorbe, independiente, aseguró que su delito fue bañarse en calzoncillos en el río Manzanares. Tenía 13 años.