_
_
_
_
_

Felipe González acepta la mediación

El portavoz del PSOE, Joaquín Tagar, anunció anoche en México que el ex presidente del Gobierno español, Felipe González, acepta la mediación en Kosovo y que así se lo ha comunicado a Bronislav Jeremek, presidente de turno de la Organización para la Cooperación y Desarrollo en Europa (OSCE).En una carta enviada a Jeremek, González agradeció la confianza depositada en él por el Grupo de Contacto y señaló que espera cumplir con absoluta lealtad la misión encomendada.

González había sido propuesto el lunes, en la reunión de Londres, por las seis potencias que forman el Grupo de Contacto. En un principio condicionó su aceptación al visto bueno de Belgrado. El ministro español de Exteriores, Abel Matutes, poco antes del anuncio formal, había dicho que "tal y como ha sido efectuada la designación" de González, la actitud de Milosevic no reviste ya tanta importancia. "Si no acepta" los buenos oficios de González "le serán impuestos".

Más información
El enviado especial de Clinton responsabiliza a Milosevic de la muerte de civiles en Kosovo

El enviado especial de EE UU a los Balcanes, Robert Gelbard, aseguró en Pristina que su país está preparado para participar en una solución negociada en Kosovo, que, en cualquier caso, debe iniciarse sin ninguna condición previa de las partes y desembocar en la concesión (le un "autogobierno sustancial" para los albaneses, que componen el 90% de la población local.

"El deseo de la comunidad internacional y el de mi propio Gobierno es que esa misión la lleve a cabo Felipe Gónzalez, y creo que, dado su enorme prestigio, ésa es la única salida posible".

A Milosevic le disgusta Felipe González desde su intervención en diciembre de 1996 para que fuera reconocida a la oposición serbia su victoria en las elecciones locales manipuladas sin rubor alguno por los ex comunistas serbios.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La doctrina difundida por Belgrado es que una eventual intervención del ex líder del PSOE no puede concentrarse exclusivamente en la crisis de Kosovo, sino que debe difuminarse en un mandato más amplio de mediación en lo que queda de Yugoslavia, es decir Serbia y Montenegro.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_