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Transáfrica, en una situación crítica por los problemas de su filial Socimer

El grupo Transáfrica se ha visto abocado a una situación crítica por los problemas que arrastra su filial Socimer International Bank Limited, que controla en su totalidad. Esta entidad, a su vez, fue arrastrada por su filial argentina, UNB Medefin, que no puede hacer frente al agujero patrimonial de 15.000 millones de pesetas. El grupo ha encargado al bufete Uría & Menéndez que estudie las posibles actuaciones legales ante la crisis. No se descarta, incluso, la presentación de una suspensión de pagos, según han confirmado fuentes jurídicas.

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Un hervidero de miedo y lamentaciones

La crisis abierta en Socimer International Bank Limited, banco controlado al 100% por Transáfrica que tiene su sede social en Nassau (Bahamas), es de gran calado. No sólo ha provocado que ayer presentase suspensión de pagos la agencia de valores AVA, sino que ha conducido a una situación crítica a la propia Transáfrica, unos de los principales grupos españoles de comercio al por mayor de materias primas y bienes de equipo (entre sus empresas destacan Pescafina, Pez Austral, dedicadas a productos pesqueros, y Emex, centrada en bienes de equipo). La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) abrió el lunes expedientes sancionadores a AVA y Socimer tras descubrir un agujero de 15.000 millones de pesetas en la relación entre ambas sociedades.Socimer ha actuado como depositario de fondos por valor de 15.000 millones de AVA. Socimer podría haber utilizado los fondos para hacer frente a sus problemas y no para rentabilizar las inversiones de los clientes de AVA. La citada cantidad es la tercera, parte de la cartera total que gestiona AVA, una sociedad con domicilio en Zaragoza con 6.000 clientes, que ven peligrar los ahorros confiados a la agencia.

El germen de la crisis se produjo en el banco argentino UNB Medefin, propiedad de Socimer Bank. Precisamente, la entidad argentina arrastra un déficit patrimonial de unos 15.000 millones. La autoridad monetaria de Argentina ha reclamado a los dueños de Socimer que repongan ese déficit para no intervenir la entidad.

Relaciones poco fluidas

Transáfrica ocupa el puesto 27 en la clasificación por ventas de las empresas españolas según los datos de InterEconomy con unas ventas de 200.000 millones de pesetas, cuenta con una plantilla de 450 empleados. En cualquier caso, la opacidad informativa que tradicionalmente ha caracterizado a este grupo no permite, sin embargo, abundar en sus datos económicos. El grupo fue creado por la familia Salama; pero ahora está controlado por la multinacional suiza de materias primas André & Cie, que posee el 49%. Rafael Salama Benoliel tiene un 16%, que está sindicado con André & Cie, y la Unión de Bancos Suizos (UBS) cuenta con el 7,8%. El resto está repartido entre la familia Salama, que ha perdido el control en el consejo y sus relaciones con André & Cie no son muy fluidas. De hecho, la parte minoritaria del grupo ha exigido desde hace dos meses a la entidad suiza, que asumió la gestión en 1992, que aclare cuáles son sus intenciones.André & Cie, sociedad con sede en Lausana, se creó en 1877 y hoy es una de las mayores compañías mundiales en al comercialización de productos agrícolas. Opera en todo el mundo con una flota de buques a granel propiedad de su filial Suisse Atlantique. De la matriz de André & Cie, dependen empresas y filiales repartidas por más de 60 países.

Según fuentes jurídicas contratadas por Transáfrica, la situación del grupo ha llegado a crítica y no descartan, incluso, que las empresas del grupo presenten suspensión de pagos de forma escalonada. Ayer la presentó AVA en el Juzgado de Guardia de Zaragoza (será tramitada por el juzgado de Primera Instancia número 2).

Sus representantes legales (el bufete Garrigues Andersen) presentaron una querella ante la Audiencia Nacional en Madrid contra Transáfrica, André & Cie y Socimer Bank, a los que acusa de haber "actuado ilegítimamente, gravando en unos casos o enajenando en otros, los valores de los clientes de AVA que tenía en custodia, lo que ha impedido que tales valores puedan ser dispuestos por sus propietarios".

La fama de solvencia de la que gozaban esos grupos ha sido uno de los motivos por lo que los responsables de AVA pusieron el 28% de sus cartera de activos en manos de Socimer, según fuentes de la agencia. Éstas aseguran que hasta ahora nunca habían encontrado motivos para dudar de la honorabilidad del banco.

Ayer la agencia informó que el resto de la cartera se encuentra a disposición de los clientes en entidades financieras de absoluta solvencia. También señaló que confían en que las actuaciones judiciales iniciadas permitan "recuperar de los responsables [Socimer] la totalidad del desfase de valores y metálico que se pueda producir".

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