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Smith se negó a jugar

El Madrid arrolla al León, pero sigue acumulando problemas

A la espera de acontecimientos tan desagradables como poco relacionados con el deporte en sí, despidos, multas y similares, el Madrid apabulló al León en un partido que no encontrará hueco alguno en la historia. Y si lo hace, será por el enésimo terremoto de la sección, protagonizado esta vez por Mike Smith, que se negó a jugar.

Al cuadro blanco le bastaron unos cuantos detalles para arrollar al León. Puso ganas, se esmeró en defensa, ahí están los exiguos 57 puntos encajados, y se dejó acunar en el acierto de Mijailov y Angulo. Lo demás, todo lo demás, lo puso un jugador deslumbrante, al que Martín, al final, definió como "el mejor de Europa". Bodiroga, por supuesto.

Ya no es sólo que consiguiera 20 puntos, capturara ocho rebotes y diera seis asistencias. Es que en los momentos malos, y el Madrid no los puede vivir peores que los actuales, se echa el equipo al hombro y asume la responsabilidad que a otros les quema. Y además, lo hace apelando al espectáculo. Ayer regaló al público un mate descomunal, dos asistencias por la espalda y varias fintas de lujo. Y le regaló su disciplina, su sentido común. Su baloncesto.

El Madrid sufre un maltrato indigno, mas allá de lo que haga o deje de hacer en la cancha. Su palco anda huérfano de asistentes, está en manos de un entrenador cuyo cese ha sido anunciado para mañana,su jugador más emblemático de los últimos años, Arlauckas, está a punto de decir adiós cargado de millones y, por si fuera poco, Smith, hasta hoy comedido y silencioso, le dijo que nones a Martín cuando éste, a falta de seis minutos, le ordenó que saltara a la cancha.

Sobreponerse a todo eso, y a la eliminación europea, no debe resultar fácil. Los aficionados, pocos como siempre, recibieron a los suyos con indiferencia. Sólo en el caso de Bodiroga hicieron una excepción. Ayer, en el Palacio, el único nombre jaleado fue el suyo.

Y él lo agradeció. El conflicto se mantuvo igualado en el marcador hasta el descanso (35-31). Después, al serbio le dió el arrebato, Mijailov le acompañó en la tarea y Angulo dió lustre a su muñeca. En el banquillo todo eran sonrisas. Perdón, todo no. Martín, que dio menos órdenes que nunca, no estaba para carnavales. Ni Smith para cumplir con su deber. El León se ahogó en el perímetro y bajo la canasta. Anotó seis triples, pero dilapidó 22 intentos. Consiguió 21 rebotes, mientras el Madrid se iba a los 45. Su segunda mitad fue sonrojante, por mucho que le pesaran las bajas.

El marcador se disparó en un visto y no visto y el todavía técnico del Madrid pudo darse el lujo de alinear al joven Antonio Bueno. También lo intentó con Smith, pero en esta plantilla ya existen jugadores que por no querer no quieren ni jugar. No pudo elegir, por contra, Arlauckas, que se quedó sin despedirse de su público. Pero a, nadie le importó. Finalizado el choque, Martín dijo no saber -nada de un despido anunciado. Él va a ser la primera víctima de una sección malquerida dentro del club y que guarda en su interior un arsenal de dinamita. Bodiroga gritó al escapar del vestuario un ¡basta ya! dirigido a quien corresponda. Minutos antes había hecho lo propio sobre el parqué. Como lo había gritado en Salónica. Pero allí nadie le escuchó.

Otros resultados

Xacobeo Orense, 69; Cáceres, 83. Unicaja, 94; Valvi, 75. Valladolid, 62; Granada,69. Ciudad de Huelva, 84; Caja San Fernando, 83. TauCerámica, 91; Gran Canaria, 80.

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